SALTA (Redacción) – En el marco de la presentación de la 30° edición del festival de La Chicha 2020 que se realizará el 7 y 8 de marzo, en la localidad de La Caldera, el intendente Diego Sumbay comentó detalles. También hizo referencia a la situación del municipio y remarcó que “día a día vamos resolviendo los problemas que tienen los vecinos. Somos conscientes que muchas de las soluciones dependen de lo económico, así que con los recursos que tenemos trabajamos”.
A lo que agregó que ya se realizaron presentaciones de algunos proyectos a nivel nacional para buscar las soluciones que requieren los residentes de La Caldera, “que es el objetivo y para eso estamos en la institución”, dijo Sumbay. Esto se suma a los acuerdos que hicieron desde el Foro de Intendentes y funcionarios provinciales para finalizar las obras inconclusas. “Nosotros teníamos una obra de defensa y encauzamiento que estamos tramitando para culminarla”, recordó.
Temporada Estival
Ante la consulta sobre la temporada estival en la localidad que gobierna, el intendente reconoció que ocasionó inundaciones en algunas partes del municipio, dejando evacuados. Por lo que, previendo la situación de las lluvias, conformamos un centro operativo de emergencia municipal, con el que “hemos tenido la posibilidad de llevarlo adelante en el momento de la inundación. Causó daños materiales y hemos podido hacer frente a estos eventos”, señaló.
Emergencia sociosanitaria
Por otro lado, Sumbay refirió sobre la situación de los indígenas en el norte de la Provincia. “Es una problemática que siempre ha existido, ahora que se visibilice es otra cosa”, entendió. Y planteó que “hay una falta de medidas, políticas sanitarias. Uno tiene que trabajar sobre la promoción y prevención de salud, no sobre la curación, porque si no estamos siempre un paso por detrás de los problemas”, desde su lugar como médico.
Finalmente, apuntó que “es una tarea muy importante la que hay que realizar porque aquí pasa por el respeto, un respeto hacia la cultura, costumbre, forma de vida”. Además, consideró que “uno cree que por el hecho de vivir de determinada manera, la otra persona con otra cultura y creencias tiene que vivir como uno considere. Hay que respetar el modo de vida y tratar que la intervención sea lo más respetuosa”.
