SALTA (Redacción) – La confirmación del cuarto caso positivo de COVID-19 no es el único problema que enfrentan las autoridades sanitarias de Salta. Precisamente, ayer trascendió un nuevo inconveniente para la titular del Ministerio de Salud Pública de la Provincia, Josefina Medrano. Un grupo de diputados provinciales denunciaron a la ministra Medrano por haber permitido que sospechosos de coronavirus entraran a General Güemes.
Precisamente, Carlos Rosso, uno de los referentes políticos del departamento, presentó esta demanda ante la Fiscalía Penal de General Güemes. Particularmente, esta causa aún no posee una carátula definida, aunque se espera que podría ser determinada en las próximas horas. Los otros seis legisladores que suscribieron a este documento fueron Sergio Copa, Daniel Giménez, Josefina Pastrana, Stella Maris Pérez Germán Rallé y Sergio Salvatierra.
La denuncia
En relación a la denuncia, Rosso consignó que está relacionada con la aparición del nuevo cuadro de coronavirus en Salta. Al respecto, mencionó que este episodio tuvo lugar el pasado martes 21 de abril. Según expuso ante la Justicia provincial, durante esa jornada había arribado al distrito un colectivo con trabajadores golondrina que provenía de la Provincia de Río Negro. Incluso, destacó que entre los ocupantes del rodado había «pasajeros sospechosos de COVID-19″.
Ante esta situación, el diputado provincial comentó que la cartera había activado el protocolo de seguridad cuando la unidad se detuvo en Cabeza de Buey, Departamento General Güemes. A su vez, refirió que en este control sanitario intervinieron los profesionales que se desempeñan en el Hospital Dr. Joaquín Castellanos. Posteriormente, aludió desde Salud Pública habían decidido que los pacientes sospechosos hacia el centro de salud local.
En tanto, Rosso relató que el Intendente Sergio Salvatierra se había comunicado con la ministra para oponerse a que estas personas ingresaran en el sanatorio. Además, el dirigente afirmó que no cambió su postura. Incluso, expuso que la funcionaria había argumentado que en el colectivo «había dos pasajeros» que residían en General Güemes. «Es falso», enfatizó. Por último, contó que él mismo había conversado con Medrano para que modificara su decisión. Sin embargo, reconoció que este intento fue en vano.