SALTA (Redacción) – Recientemente, los miembros del consejo directivo del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta (IPPIS) decidieron separar del cargo de la presidencia al vocal del Pueblo Chulupí, Alejo Gallardo. En su lugar, asumió Héctor Fabián. La decisión se tomó tras la denuncia que pesa en su contra por golpear a un cacique wichí de Santa Victoria Este, de 65 años de edad.
Según consigna el DDN, Gallardo no asistió a la reunión de los directores del IPPIS que el mismo organizó. La misma estaba prevista para esclarecer el hecho. Frente a la novedad, quienes cortaban la ruta provincial 54 en el acceso a Santa Victoria Este, reclamando en contra del funcionario, levantaron la protesta.
El vocal del Pueblo Kolla, Miguel Siares, explicó que la presidencia fue asumida por el vicepresidente de la entidad, el vocal del Pueblo Diaguita Calchaquí, Héctor Fabián. Los demás vocales son Siares, Romelia Durán (Toba), Osvaldo Araya (Chané), Samuel Centeno (Chorote), Gabriel Yaguari (Guaraní) y Joaquin Killo (Tapiete). Cabe recordar que el pueblo wichí, que tiene la población más grande, está sin representante en la entidad tras el fallecimiento de Indalecio Calermo.
En una entrevista brindada a Salta 12, Siares sostuvo que los vocales entendieron que lo acontecido en Santa Victoria Este no es correcto ni aceptable. Asimismo, que esperarán una resolución de la Justicia. Mientras tanto, el cuerpo ahora redefinido, se encuentra organizando las etapas para las nuevas elecciones en el IPPIS que están previstas para este año.
Las internas del Instituto
Tras las consultas que se hicieron a distintas comunidades por el incidente que tuvo lugar el jueves 21 de mayo pasado, se decidió separar del cargo al ahora ex titular. Ese día el cacique de Kilómetro 2, de Misión La Paz, Ricardo Rojas, evitó el paso de un contratista a la comunidad chulupí de la cual Gallardo es referente. Una situación que no le cayó bien al ex titular.
Rojas estaba en uno de los controles autogestionados que instalaron referentes de las comunidades en zonas de frontera. Los mismos entienden que no hay suficiente control de Gendarmería o la Policía. Ante el temor de que esto pueda complicarlos por la posibilidad de que ingrese alguna persona que esté contagiada con Coronavirus, el cacique evitó la entrada del contratista.
Anteriormente en estos controles ya se había impedido el paso de comerciantes. La acción molestó a Gallardo. El mismo solicitó definiciones al Concejo Deliberante de Santa Victoria Este para permitir el paso de los vendedores, pero esto fue rechazado. Según Gallardo, el contratista debía ver la terminación de las viviendas en una comunidad del Pueblo Chulupí, de la que él es referente.
Gallardo insistió en que él fue víctima de agresiones físicas de personas que acompañaban al cacique wichí en el control. Además, señaló que fue uno de sus hijos y no él quien golpeó a Rojas. A esta posible “agresión física”, se suma otra causa que tiene al IPPIS en la mira. De hecho, el mismo se encuentra intervenido desde marzo de 2019 en su sector financiero. Es por la supuesta malversación de fondos, delito que sigue siendo investigado en el Ministerio Público Fiscal.
