SALTA (Redacción) – Si bien estamos acostumbrados a que en nombre de la política se hagan muchas cosas, la pelea entre Gustavo Sáenz y Gerardo Morales no parece ser una excepción a la regla del imaginario colectivo. Y es que en el día de ayer, otra vez, los mandatarios provinciales volvieron a enfrentarse por los casos de coronavirus en Orán. El condimento particular es que el ring se trasladó a Twitter, donde cada uno de nosotros lo vio en vivo y en directo.
Gobernadores twitteros
Todo comenzó cuando Gerardo Morales escribió esta carta para el gobernador Sáenz. Cuando todos esperábamos que el mandatario salteño respondiera con altura, o cuánto menos, a través de una comunicación privada, Sáenz optó por los 280 caracteres y le respondió por la misma vía. Morales redobló la apuesta y volvió a responder. Todo esto ocurría en ambas cuentas públicas donde periodistas, políticos y ciudadanos veíamos la contienda cual estreno de Netflix.
Sáenz a modo de chicana, recordó que hacía tiempo que no escribía cartas, más en épocas de teléfonos y mensajes. Morales, levantó el guante, pero no olvidó las disculpas para Jujuy. «Querido Gustavo, admito que tenés razón. Quedo atento al teléfono cuando tengas una crítica a Jujuy. Ah, no te olvides de disculparte con Jujuy. A veces una disculpa es una caricia al alma y no cuesta nada!! Abrazo Grande!!, finalizó Morales.
Lo que dejaron los memes
Y como bien decimos, una pelea de este tipo no solo dejó memes dentro del hilo twittero sino que circularon -y circulan aún- en todo el espacio virtual. Algunos evocan la pelea de Rocky junto al ruso Iván Drago, algunos más actuales tomaron como tema a los personajes de Games of Thrones. Por otro lado también se hicieron comparaciones con las bellezas turísticas de cada provincia. Salta la más «memeable».
El pedido desesperado de la institucionalidad
En honor a la verdad, hay que señalar que se espera de la política -en tiempos de pandemia- altura en sus decisiones como así también en las muestras que dan sobre todo de cara a la sociedad. Los rencores entre provincias vecinas son vanas en épocas en las que ambas deben colaborar para generar controles efectivos, y que casos como los de Orán no vuelvan a suceder. Así lo pedía Laura Cartuccia.
