SALTA (Redacción) – La intendenta de la capital salteña, Bettina Romero, confirmó el día de ayer que dio positivo a COVID-19. Este anuncio lo hizo a través de sus redes sociales, donde explicó que se encuentra en buen estado de salud, pero está en aislamiento junto a su familia. Por este motivo, continuará con sus labores gubernamentales desde su hogar, cumpliendo con las medidas sanitarias dispuestas.
A pesar de que en el video que publicó en su Instragram sostenía que cumpliría con las medidas sanitarias, la funcionaria fue cuestionada en varias oportunidades por todo lo contrario. Desde el comienzo de la pandemia hasta su diagnóstico positivo, Bettina hizo muchas apariciones en público sin barbijo o con el barbijo mal colocado. Esto generó repudio por parte de la sociedad, ya que los políticos son quienes deberían predicar con el ejemplo.
Este tipo de situaciones van en contradicción con el anuncio que difundió ayer por medio de redes social. «Continuaré con mis tareas de gobierno desde casa. Tomando las medidas que la ciudad requiere en estos momentos y en permanente contacto con mi equipo», declaraba. El hecho de que haya dado positivo a COVID-19 deja en evidencia las consecuencias y el riesgo que representa el incumplimiento de las medidas sanitarias.
¿A la intendenta le tocó lidiar con las ineficiencias del sistema de salud?
Cuando en las redes sociales de Salta 4400 publicamos la noticia sobre el diagnóstico de Bettina Romero, los comentarios de los usuarios estallaron. Unos dando fuerzas, otros remarcando las consecuencias de no usar barbijos y algunos preguntándose si a la intendenta le tocó lidiar con las ineficiencias del sistema de salud provincial. Cabe remarcar que muchas personas perdieron la vida o su condición se complicó porque en los hospitales se negaron a tratarlos.
En algunos comentarios las personas remarcaban que su situación no iba a ser la misma que la sociedad en general. En ese sentido, señalaron que de seguro la familia de la funcionaria iba a contar con los recursos necesarios que les permita atravesar la enfermedad de forma cómoda. Al contrario del pueblo, quienes «mueren en la vereda del hospital cuando no haay camas», publicó un usuario.
