SALTA (Redacción) – El avance del COVID-19 afectó a todas las localidades de la provincia, hasta aquellas que mostraban un buen panorama epidemiológica hasta hace unos meses. Rosario de la Frontera era uno de ellos, pero en el último tiempo los contagios comenzaron a subir, por lo que decidieron volver a la Fase 1. Con respecto a lo sanitario, el intendente Gustavo Solís señaló que la ayuda del Gobierno provincial estuvo muy por debajo de lo que esperaban.
En diálogo exclusivo con Salta 4400, el mandatario municipal explicó cuál es su situación actual y cómo se prepararon para la pandemia. Según declaró, pudieron contener al virus dentro del municipio porque desde marzo alquilan una clínica y la reacondicionaron para que funcione como espacio COVID. Además, compraron insumos y la equiparon para evitar una saturación del sistema sanitario.
Ante la pregunta sobre el apoyo del Gobierno de Salta durante la pandemia, el intendente respondió: «Siendo objetivo, el nivel sanitario, la ayuda que se recibió fue muy por debajo de lo que se esperaba». Y continuó: «El municipio puso a disposición una clínica en condiciones para que sea equipada, se reestablezca el sistema de oxígeno y no se hizo».
Insumos en Rosario de la Frontera
Durante la entrevista, Solís señaló que llegaron algunos insumos, pero no lo que esperaban. Según explicó, esto debe tener que ver con que la situación por la que atraviesa Rosario de la Frontera no es tan complicada como en otros lugares de la provincia. «Entiendo que al ser una crisis global quizás nosotros al no habernos visto desbordados hizo que la ayuda se direccione en otros municipios», explicó.
Sin embargo, declaró hubiera preferido tener lista la clínica equipada para poder atender a muchos más pacientes en caso de necesitarlo. Ante la falta de ayuda por parte del Gobierno, tuvieron que comprar el oxígeno con su dinero. «El Municipio tuvo que hacer una fuerte erogación para que un técnico resuelva esa instancia», finalizó.
