SALTA (Redacción) – En una semana vence la ley de biocombustibles vigente desde 2006. Mientras la oposición pretende prorrogarla, el oficialismo presentó un nuevo proyecto de ley que genera la resistencia tanto de Juntos por el Cambio como de los productores. Es por eso que tanto Martín Grande como Virginia Cornejo no apoyarán esta nueva normativa.
La nueva ley de biocombustibles es impulsada por Máximo Kirchner que apuesta a su aprobación ante la posibilidad de que ninguna ley quede vigente. Tanto Virginia Cornejo como Martín Grande aseguraron que el objetivo del Frente de Todos es “dividir aún más a los diputados del norte y los del centro” en el Congreso Nacional.
Los diputados salteños del PRO también cuestionaron a los legisladores de la provincia que acompañarán la nueva ley de biocombustibles. “Es solamente para apoyar la ley de Máximo», manifestaron tanto Martín Grande como Virginia Cornejo que llegaron a asegurar que con esta nueva normativa peligraría la fuente de trabajo de 5.000 personas.
Los puntos polémicos de la ley
La ley de biocombustible que rige actualmente permite una mezcla del 10% del biodiésel de soja en el gasoil y del 12% del etanol de caña de azúcar y de maíz en la nafta. De esta manera, las provincias que no tienen petróleo o tienen pero en menor medida, también participan de la producción de combustible, generan empleo genuino y hasta colaboran con el medioambiente.
Con el nuevo proyecto de ley de biocombustible impulsado por el Frente de Todos, se vería reducido a la mitad ese aporte y bajaría a 5% y 7%, respectivamente. Con esta decisión, las compañías encargadas de la producción sufrirían un duro golpe, al igual que las miles de personas que trabajan en estas compañías.
