SALTA (Redacción) – El acto inaugural del homenaje a Güemes tuvo un episodio controversial que tomó gran repercusión política y social. Se trata de la irrupción de un grupo de militantes K que entraron a zona restringida para brindarle su apoyo al presidente de la Nación, Alberto Fernández. Esto despertó el enojo de muchos funcionarios, entre los que se encontraba el gobernador Gustavo Sáenz.
El mandatario provincial repudió la presencia de los militantes kirchneristas en el acto. Según explicó, sólo estaba permitida la presencia de los funcionarios que estaban anotados en una lista. Se llevaría a cabo de esa forma para respetar los protocolos y evitar grandes aglomeraciones de personas. No obstante, este grupo político ingresó pese a los controles de seguridad y se acercaron a saludar al jefe del Ejecutivo nacional.
Luego, en el marco de su visita a la Catedral para entregar las ofrendas florales en el Panteón de las Glorias del Norte, Gustavo Sáenz habló con la prensa. Consultado respecto a esta situación, dijo que “entiende el enojo de Francisco Aráoz, y aclaró que las restricciones son para todos. «Aquí no hay hijo ni entonados», manifestó el mandatario provincial.
Por otro lado, el gobernador de Salta explicó que él está de acuerdo en que la presencia de los militantes K no correspondía y le parece una falta de respeto lo que hicieron. Así también sostuvo que alguien tiene que tomar culpa por lo sucedido en el acto homenaje a Güemes. En ese sentido, manifestó: «Si algún funcionario o legislador llevó adelante este accionar, se tiene que responsabilizar”.
El enojo de las agrupaciones gauchas
Las agrupaciones gauchas ya venían arrastrando un malestar por la decisión de Gustavo Sáenz de no realizar el tradicional desfile. Esto se multiplicó luego de notar la presencia de las agrupaciones políticas dentro del acto. «Es un insulto a la historia», manifestó Francisco Aráoz, presidente de la Agrupación tradicionalista Gauchos De Güemes. Y sentenció: “Me pareció una vergüenza total y una falta de respeto.