SALTA (Redacción) – El diputado provincial por Rosario de la Frontera, Gustavo Orozco, cuestionó duramente a integrantes del Gobierno de Gustavo Sáenz y lanzó polémicas acusaciones. El candidato a renovar su banca en la Legislatura también apuntó a sectores del oficialismo de su departamento y castigó a la gestión municipal de Solís. Por otra parte, en el marco de la campaña electoral describió su forma de hacer política, a través de una fundación.
En cuanto a las elecciones legislativa provinciales y sobre las internas del oficialismo que irá dividido en dos frentes, el legislador Orozco aseguró que hay «traidores» en el Ejecutivo. “Lamentablemente el Gobierno de Sáenz tiene a los enemigos y traidores en sus propias filas”, acusó en declaraciones radiales. En la misma línea adviritó que el gobernador salteño «lo sabe» y por este motivo remarcó que debe «abrir los ojos».
«Siempre que estemos en lo correcto»
«Tiene que abrir los ojos porque un gobierno va a funcionar bien cuando tenga gente con el mismo horizonte que el conductor”, insistió el diputado Orozco sobre el mandatario. Luego agregó: “Yo acompaño la gestión y lo haré siempre que estemos en lo correcto». Por otra parte, como se mencionó, disparó críticas y denuncias contra el intendente de Rosario de la Frontera, Gustavo Solís.
«Lamentablemente en Rosario de la Frontera ha abundado, fui el único en denunciarlo y la justicia y la auditoría me dio la razón”, aseguró Gustavo Orozco sobre los presuntos traidores al Gobernador. Además, el dirigente señaló que en su departamento hay un sector “saencista kirchnerista” en el que el propio intendente Gustavo Solís tiene candidatos a concejales. Por último, contó que instaló “un modelo de política que no se practicaba” en el que se realiza “un trabajo diario” con un «consultorio móvil».
“Tengo un colectivo que es un consultorio móvil. Donde se hace papanicolau, clínica general, pediatría, odontología preventiva. Somos la única fundación del país que hace hisopados”, relató. De la misma forma, consideró que esa tarea los pone en una «buena consideración» ante la gente y le molesta a los políticos que salen pocas semanas antes de las elecciones a las calles.