SALTA (Redacción) – La primera gran polémica del Gobierno de Javier Milei se generó tras la durísima derrota en el Congreso con la Ley de Bases. El proyecto de Ley Ómnibus que ingresó con más de 600 artículos sufrió modificaciones y terminó en un total de más de 300 aproximadamente. Pablo Outes responsabilizó directamente a la inmadurez política del presidente.
Especialmente, el diputado de Innovación Federal lamentó las actitudes agresivas del presidente y sus respectivas descalificaciones. La falta de consenso en la Cámara de Diputados fue muy notoria y Outes se sorprendió de que el presidente haya decidido que se levante la sesión. Salvo que el único objetivo que haya tenido realmente sea conseguir las facultades extraordinarias.
El legislador nacional por Salta asegura que vivido en el Recinto Parlamentario fue una derrota del Gobierno. Sobre las descalificaciones sobre el que piensa distinto advirtió que «es uno de los problemas de la política». Además, aclaró que jamás hubo un acuerdo político explícito entre Gustavo Sáenz y Javier Milei. Sin embargo, se decidió acompañar el proyecto en general, pero con disidencias en lo particular.
«Uno de los temas era la delegación de facultades. Desde un comienzo anunciamos que íbamos a acompañar pero lo íbamos a votar en forma negativa con respecto a algunas en particular», indicó Outes. En lo que respecta a YPF y los Ferrocarriles del Estado son empresas claves para la provincia, por lo cual no tenía sentido apoyar su privatización. Sobre el Banco Nación querían participación mixta con involucramiento del Estado.
Diálogo y consenso
Al contrario de lo que propone el presidente Milei, el diputado Outes indicó que la clave siempre pasa por el diálogo y el consenso político. «La derrota de la ley Ómnibus fue producto de la inexperiencia y también de la soberbia de Milei«, remarcó Outes. Más allá de todo esto, el legislador salteño apuesta a la apertura de canales de diálogo. «La política argentina tiene que tener una mesa de acuerdo político«, finalizó.