SALTA (Redacción) – Si bien la mayor parte de la atención está puesta en la prevención del coronovirus, advirtieron que el drama que viven las comunidades originarias en el norte de Salta sigue agravándose. Al respecto se refirió Elizabeth Ferrer, especialista en salud pública y docente en la Universidad Nacional de Salta (UNSa). En este marco, aseguró que los niños wichís siguen muriendo«. Además, apuntó que «los alimentos y el agua no están llegando».
De acuerdo con lo que consigna el portal Perfil, Ferrer habló acerca de las falencias que se presentan en la asistencia social. En el contexto de la emergencia sociosanitaria en el región, sostuvo que «se cortaron los proyectos para construir pozos de agua» a raíz del inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio. Al mismo tiempo, enfatizó que se han desarrollado nuevas problemáticas en el área. «En la comunidad La Unión todos los habitantes tienen dengue», advirtió.
Por su parte, la especialista recordó los resultados que del estudio que dirigió en la UNSa entre marzo de 2018 y junio de 2019. En ese momento, indicó que, de un total de 730 menores de 6 años, comprobaron que el 20,5% (150 niños) poseían algún grado de déficit nutricional. Además, lamentó que 13 pequeños murieron en ese lapso. Entre las causas de los fallecimientos, enumeró deshidratación; enfermedades infecciosas; y un sistema inmunológico deprimido por la falta de proteínas, hierro, calcio y vitaminas.
Varados en México
En otro orden, Ferrer relató que desde un mes se encuentra varada en México, donde se encontraba de vacaciones junto a su pareja y a su suegra. Al respecto, comentó que esta situación afecta a cerca de 2.500 en el país de América del Norte. Además, añadió en solo en Cancún hay aproximadamente 200 compatriotas que no pueden regresar al país. En tanto, mencionó que se encuentran alojados en la habitación de una cama de familia.
Según publica la agencia de noticias DDN, la damnificada aseguró: «No salimos para nada. No queremos arriesgarnos». «En la ciudad hay varios casos confirmados y, salvo los lugares de comidas, todo está cerrado. El dueño de casa sale a hacer los mandados para que no nos expongamos”. A pesar de haber afirmado que está de acuerdo con las medidas de prevención, recalcó: «Somos los argentinos menos deseados en este momento. Sentimos que el Consulado y la Embajada nos abandonaron».
