SALTA (Redacción) – El Sindicato de Canillitas de Salta afirmó que las ventas de diarios cayeron a un 15% desde el inicio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus y que la recaudación que tienen es la mínima para subsistir. En ese marco, anunció que elevarán una nota al Ministerio de Trabajo de la Nación pidiendo que les abonen un 10% sobre la publicidad oficial que reciben las empresas de diarios y revistas.
Al respecto, el secretario general del Sindicato de Canillitas de Salta, José Santillán, dijo a Salta 12 que el sector se vio fuertemente afectado durante la cuarentena. Sin embargo, contó que la crisis “la venimos padeciendo hace cuatro años” y dijo que “ahora, con el virus, nosotros vendemos menos y ganamos menos. La situación es desesperante”. Asimismo afirmó que en los casos de los dos diarios principales de Salta solo logran una venta del 15%.
El pedido puntual
“Vamos a hacer una nota al Ministerio de Trabajo de Nación para que de la publicidad que le es entregada a las empresas de diarios y revistas, a los canillitas se nos conceda el 10%”, manifestó Santillán. Y aseveró que “es necesario que quede algo para nosotros porque ya venimos de caída tras caída”, con lo que dicho pedido se hace para «todos los canillitas del país». Además, sostuvo que de ser garantizado el porcentaje que solicitan, no es “solo para ahora”, sino “para que quede para el verdadero canillita que sale todos los días”.
En su entendimiento, esto se tiene que aplicar ante la baja en las ventas que padecen desde hace años. En ese sentido, contó que empresarios como los de Clarín “son poderosos y ganan mucha plata con publicidad y nosotros les repartimos los diarios y no nos dan nada”. “Siempre nos someten para que les vendamos los diarios, pero nada más”, reprochó. En el caso de Salta, más de 250 familias integran al sector.
Por otra parte, relató que la jornada diaria se transformó de forma rotunda desde el inicio de la cuaretena. En su caso, las ventas efectivas las concreta al mediodía y en las puertas de los bancos que están abiertos. “En la tarde, la gente ya no sale y no se les puede vender. No nos podemos quedar en el quiosco porque no hay movimiento de gente”, aseguró.
