SALTA (Redacción) – Ni siquiera los rubros exceptuados del aislamiento social preventivo y obligatorio logran escapar de la crisis económica en Salta. A manera de ejemplo, afirmaron que las ventas en los corralones cayeron un 40% en comparación a marzo. En ese sentido, el encargado de una de las firmas del sector, Carlos Lera, contó que los comercios del rubro intentar sustentarse en medio del coronavirus a través de los réditos que otorgan las ventas online.
En diálogo exclusivo con SALTA4400, Lera adelantó que los corralones de la ciudad de Salta todavía no poseen «números exactos» de los perjuicios que ha desatado la cuarentena obligatoria. Sin embargo, expuso que «realizando la estadística con el mes anterior, hubo una disminución del 30% al 40%». Frente a este complejo escenario, valoró que estos comercios tienen «una cartera de clientes fijos, tanto comerciales como cuentas corrientes».
Crisis económica
Por otra parte, el encargado contó que la compañía volvió a abrir sus puertas «desde que se ordenó la habilitación para nuestro rubro». A pesar de ello, reconoció que «durante la primera semana estuvo medio complicado». «Tuvimos que adecuarnos a las nuevas normas, ya que no estaban habilitadas las circulaciones de personas», admitió. A raíz de ello, manifestó que la empresa directamente se volcó a fomentar la concreción de las ventas a través de plataformas digitales.
En ese sentido, Lera sostuvo que utilizan Facebook y Whatsapp para comunicarse con los clientes. Además, indicó que realizan «envíos y cobros sin cargo al domicilio». «Es un método que generó bastante y tuvo un alza», agregó. Aunque destacó que la firma ya contaba con este «canal de venta», ponderó que durante las últimas semanas «se impulsó más». «Eso nos generó más marketing», exclamó. Asimismo, señaló que en la compañía trabajan 28 personas «distribuidas en casa central, sucursales y depósito».
Sin embargo, aludió que «generalmente es complicado» en los casos en que los clientes desean ver el producto que pretenden adquirir. «Con el cliente directo, que es el dueño de la obra, de la casa, es más complicado porque con ellos tenemos que mandar imágenes, descripciones y detalles técnicos», explicó. Por su parte, Lera valoró que las negociaciones con «los instaladores son más fáciles». «Ya conocen los productos y las marcas con las que trabajamos, entonces con las descripciones es suficiente», concluyó.
