SALTA (Redacción) – La reapertura de los locales gastronómicos fue una decisión que trajo consigo un mayor movimiento en la Provincia y la flexibilización de otras actividades a la par. Sin embargo, el horario restringido de permanecer abiertos hasta las 20 horas, no permite que la reapertura sea tan integral ni efectiva como muchos pensaron sería. En este marco, Salta 4400 dialogó con Tupac Puggioni, empresario gastronómico de la Balcarce.
Con un fin de semana extra-large, el sector se vio un poco más favorecido, al estar acompañado también de la reactivación de las ferias. “Se movió un poco pero no fue mucho, por lo menos salió la gente”, señaló Tupac. Sin embargo, criticó que el hecho de no poder ofrecer la cena, se ve reflejado en sus recaudaciones diarias. “Nosotros vendemos la cena, nunca vendimos almuerzo”, analizó.
Respecto al delivery, unas de las metodologías adoptadas en el transcurso de la cuarentena, explicó que la adherencia es progresiva. “Pero no es ninguna solución para nosotros, estamos muy lejos. Capaz que esto es peor porque estamos gastando plata para estar abiertos; los dueños de los alquileres nos dijeron que al estar trabajando, entonces ya deberíamos pagar el alquiler«, advirtió.
En este sentido, los gastronómicos, al igual que los referentes de los gimnasios, miran con esperanzas que en el anuncio del Gobernador, dispuesto para las 20 horas. “Con que me habiliten hasta las 22 o 23 y vendamos la cena si nos sirve. Si estamos hasta las 00 para los gastronómicos, es suficiente”, aclaró. Asimismo, Puggioni cree que un porcentaje de gente saldrá a cenar, aunque también entiende el momento de crisis y poco dinero que atraviesa a la sociedad.
“El golpe en la economía ya es mortal, pero se debe atenuar un poco por lo menos en la gastronomía, ya que generamos mucha mano de obra, la verdad que podríamos mantenernos a «media agua» abierta”, aseguró.
Alquileres en rojo
Puggioni entiende que todos quieren “tener un estándar de vida que desgraciadamente nadie puede tener”, pero también confía en que los precios de alquileres se acomodarán como solución del mercado. “Después que el tipo no alquile un año o dos años el local, se va a acomodar en su crisis. El tema es que los tipos nos miran a nosotros y pretenden que le paguemos. Ellos saben que estamos en crisis, pero es como que quieren que le paguemos igual y después veamos cómo solucionamos nuestros problemas, eso nos está pasando”, denunció.
La Balcarce, calle histórica por naturaleza, que conserva un gran acervo cultural y turístico, y que además es foco de recreación, ocio y entretenimiento, se encuentra en jaque a raíz de la crisis presente. En esta línea, Tupac reveló que son 7 locales los que quedaron con vida. Por ello, advirtió que desde el Gobierno Provincial no recibieron ningún subsidio ni ayuda económica, sólo para los trabajadores desde el estado nacional.
A esta incertidumbre se suma la poca ayuda de la Cámara gastronómica y hotelera. “La cámara siempre ha representado más a los hoteleros que a los gastronómicos. Los gastronómicos más importantes no están en la cámara, así que nunca tuvimos mucha relación. Yo en algún momento fui dirigente incluso, pero la cámara hotelera y gastronómica tiene un perfil bajo, no es una institución que se vaya a jugar por nadie”, disparó.
Un invierno más frío para el bolsillo
De esta manera, la temporada invernal ya es una batalla perdida para los empresarios gastronómicos. Llevará tiempo, dinero y esfuerzo sobreponerse a la crisis, que al parecer a puesto en riesgo incluso al paseo más importante de la ciudad. ¿Tras el invierno habrá desaparecido la Balcarce? ¿El frío arrasará con todos los locales a su paso?
“La temporada de invierno siempre fue la alta de turismo y está temporada está perdida, no hay un acuerdo con los propietarios. Vamos a ver si nos permiten extender el horario y los propietarios acomodan los alquileres. Igual si no lo acomodan nos cambiaremos a locales cerrados de hace años, pagaremos menos del 50%”, profundizó. Sin embargo, explicó que al cambiarse de local el costo es fácil de 300 mil pesos o un poco más.
“A mí la verdad no me preocupa irme de la Balcarce porque ya tenemos nuestra marca propia y sé que a dónde nosotros nos vayamos, varios locales nos van a seguir. Yo ya vengo viendo zonas hace un tiempo, para de alguna manera volver a armar en algunas zonas que se pueda, que no haya tantos vecinos, edificios”, advirtió.