SALTA (Redacción) – En el día de hoy los vendedores ambulantes se hicieron presente en el centro salteño, lo que terminó derivando en una violenta intervención de la Policía de Salta. Ante la mirada de muchos transeúntes, con un operativo excesivo, los efectivos terminaron deteniendo a una de las manteras que a los gritos intentaba no ser llevada por las fuerzas policiales. La mujer esgrimía estar «trabajando», sin embargo fue trasladada por los policías que efectuaban los controles.
El episodio no solo llamó la atención de los transeúntes que estaban alrededor de Balcarce y España, sino que se fueron sumando más personas a medida que la detención no se hacía efectiva y la mujer -trabajadora ambulante- gritaba y recriminaba la acción que llevaban a cabo los efectivos por haberse apostado en el centro sin tener aún la autorización para poder llevar a cabo nuevamente esa tarea.
Con una bochornosa intervención de la Policía, donde no se respetó ni el distanciamiento social entre los curiosos que estaban apostados en las calles, ni el uso de barbijos, e inclusive en el forcejeo que los propios efectivos realizaron con la mantera para detenerla. Participaron en la acción cuatro efectivos, cuando intentaron incautar las mercaderías de la vendedora. Como los policías comenzaron a ser insultados por los que estaban en las calles, reforzaron la detención con más efectivos.
Exceso policial y ausencia del Estado
Ya la semana pasada en inmediaciones de Legislatura la represión de la policía salteña a los remiseros recorrió todos los portales y en los mensajes de whatsapp de todos los ciudadanos. Pese a que tienen una conducta reprochable, las autoridades provinciales no se han expedido por las acciones que llevan a cabo en nombre de «resguardar a la población» en el escenario de coronavirus que vive no solo la Provincia sino en todo el territorio nacional.
En cuanto al hecho puntual que sucedió en la mañana, si bien es cierto que aún los trabajadores ambulantes no cuentan con la autorización pertinente para llevar adelante su tarea laboral, las autoridades deberían atender esta problemática. No es la primera trabajadora que ante el olvido del Estado, pensó que su accionar era el correcto basándose en la necesidad de poder llevar sustento a su hogar. En la misma situación se encuentran los trabajadores de kioscos de escuelas que también solicitan la intervención estatal.
