SALTA (Redacción) – La localidad de Tartagal atraviesa por una difícil situación epidemiológica a causa del coronavirus. Día a día se registra una gran cantidad de nuevos casos positivos y el hospital de la zona con sus médicos parecen no dar abasto. Ante este lamentable escenario, el Gobierno provincial decidió reforzar la atención hospitalaria y enviar más profesionales y más recursos físicos para intentar mitigar la crisis sanitaria que se vive allí.
El día de ayer, viernes 14 de agosto, el presidente Alberto Fernández, declaró a Tartagal como una de las zonas rojas del país. Es decir, que esta localidad se encuentra dentro de los lugares más afectados por el virus, por lo que debía volver a la fase 1. Por este motivo, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, decidió enviar recursos para que la ciudad del norte salteño pueda afrontar la emergencia sanitaria por la que atraviesa.
De esa forma, el hospital de esta localidad contará con cinco ambulancias de alta complejidad. Además, contarán con tres nuevos profesionales de la salud que se sumarán a los facultativos del nosocomio, quienes ya se encuentran trabajando en primera linea contra el Covid – 19. Sin embargo, al parecer este sería el primer envío por parte el Ejecutivo provincial, ya que se preparan para enviar más sanitaristas al lugar.
Actualmente, en la ciudad norteña trabajan aproximadamente 20 profesionales. No obstante, el constante avance del virus y el rápido aumento en los números de casos positivos complicaron la situación sanitaria y provocaron una saturación la atención en el hospital Juan Domingo Perón. Para evitar que el sistema colapse, también enviaron 35 nuevos enfermeros, los cuales se repartirán 25 para Tartagal, 5 para Mosconi y 5 para Aguaray.
Pacientes internados en la localidad
En estos momentos, el hospital de la localidad salteña tiene 60 personas internadas en la sala Covid. De esa cantidad, 4 personas se encuentran asistidos con respirador; otros 15 casos son sospechosos y se esperan para las próximas horas los resultados de PCR. Ante la posibilidad de que más personas puedan necesitar asistencia respiratoria mécanica, decidieron reforzar las terapias intensivas con más respiradores artificiales.
