SALTA (Redacción) – El turismo es una de los grandes pilares de nuestra economía, sociedad y cultura. Con el impacto de la pandemia, las restricciones imposibilitaron ciertas actividades tal y como se llevaban a cabo antes. Sin embargo, desde el sector turístico lograron ingeniárselas para poder viabilizar lo que hoy conocemos como turismo interno. Si bien la crisis económica es profunda, la comunidad es parte de los esfuerzos para poder darle vida al rubro y volver a las rutas en busca de aventuras.
Salta es rica en historias, tradiciones y geografía. Sin necesidad de salir de la Provincia hoy podemos disfrutar de la diversidad natural que nos propone nuestro territorio. Paisajes de yungas, cerros, ríos, cascadas y selvas, son parte de las oportunidades imperdibles para disfrutar de un paseo al aire libre. Como un privilegio, podemos hacer turismo respetando los protocolos establecidos para evitar el contagio de COVID-19 en los municipios.
Como dicen, en Salta todo queda al alcance de la mano. En tan sólo minutos y horas podemos encontraros con escenarios tan dispares como encantadores e hipnóticos. A su vez, el viaje es un proceso que vale la pena atravesar. Un punto en el que podemos volver a encontrarnos y desconectar, mientras que el presente se debate entre la economía y la salud. Salta es cuna de destinos mágicos que dejan en el visitante una huella imborrable.
La carta de circuitos para disfrutar
Circuitos como los que proponen los cerros Ala Delta en la capital, Elefante en San Lorenzo o La Cruz en Campo Quijano, entre otros, son ideales para disfrutar de una salida. La misma puede hacerse valiéndose del trekking, senderismo, el trail running o el ciclismo como protagonistas. A ellos, se suma la laguna del cielo en La Silleta, las Cascadas de Doña Florentina, o las reservas naturales de Finca Las Costas, y el Polígono A del circuito de Yungas en San Lorenzo.
En el caso de la capital, el suelo nos invita a disfrutar de recorridos mediante mountain bike, canotaje, trekking y caminatas. También podremos acceder a servicios de campamentismo, travesías 4×4 y observación de aves, también conocida como “Birdwatching”. De hecho, en pleno centro de la ciudad podremos dar una vuelta en “teleférico”; el clásico para captar la mejor panorámica de la ciudad hasta llegar al icónico Cerro San Bernardo.
A tan sólo minutos de la capital, en San Lorenzo, podremos realizar cabalgatas por el pintoresco destino, al tiempo que nos damos una vuelta guiada por la Quebrada de San Lorenzo, ícono de las yungas en Salta. La Caldera, Chicoana, Cafayate, Cachi, Las Lajitas son otras de las localidades que podremos visitar mientras aprovechamos de una cálida y renovadora cabalgata.
Nos adentramos un poco más
Es un paso obligado en este marco, la Ruta del Vino para disfrutar de históricos poblados, viñedos, bodegas y vinos. Hoy en día los viñedos se extienden por más de 3300 hectáreas entre los departamentos de Cafayate, San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña haciendo de este paseo una experiencia única. En el caso de Cafayate se vuelve imperante visitar el Museo de la Vid y el Vino, un recorrido audiovisual en el que podremos captar la historia y la esencia del buen vino de la región.
Otra posibilidad mágica es un viaje directo al cielo. Se trata del Tren a las Nubes que combina trayectos terrestres y ferroviarios buscando beneficiar el desarrollo local y turístico de la Puna salteña. El circuito del Tren a las Nubes inicia en la ciudad de Salta, con salida en vehículo, pasando por las localidades de Campo Quijano y Gobernador Solá hasta llegar a El Alfarcito.El trayecto continua por la Quebrada de las Cuevas y después por la llanura de Muñano hasta llegar a San Antonio de los Cobres. E
En la localidad cabecera del departamento Los Andes, el contingente subirá al Tren a las Nubes para llegar al viaducto La Polvorilla, a 4.200 metros sobre el nivel del mar. En este caso, el visitante o viajero logra conocer uno de los rincones más alejados y misteriosos de nuestra Provincia al tiempo que desentraña los secretos que yacen detrás de una cultura ancestral y rica en costumbres.
La Puna: como tocar el cielo con las manos
Asimismo, la Puna es una remota región donde yace intacta cultura de sus habitantes, quienes desde tiempos prehispánicos, lograron adaptarse a las duras condiciones climáticas. Localidades como San Antonio de los Cobres y Tolar Grande conservan costumbres ancestrales que se reflejan en manifestaciones culturales como la Pachamama, los misachicos y la apacheta, entre otras.
Inmensos salares como infinitos espejos, volcanes, estepas arbustivas, cielo límpido, sol penetrante y lagunas azules, son sólo algunas de las maravillas que la Puna ofrece para lograr fotografías de gran impacto. Los laboriosos artesanos de esta zona se caracterizan por los tejidos realizados con agujas de espinas de cardón y peines de hueso, con diseños andinos, hechos de lana pura de llamas y ovejas criadas en la zona.
Requisitos y condiciones
Es preciso recordar a todo aquel que se aventure a dar un paseo, la obligatoriedad de cumplir con el uso de barbijo o tapaboca. Asimismo, deberán apelar al constante lavado de manos y el respeto de la distancia social. Además, quienes decidan realizar alguna actividad vinculada con el turismo interno deberán contar con reservas previas. Las reservas que deberán exponer a las fuerzas de seguridad deberán ser las de algún servicio de alojamiento, excursiones, guiado y/o gastronómico habilitado por la secretaría de Turismo.
Las habilitaciones están sujetas a la disposición de las autoridades sanitarias provinciales y municipales al respecto de la situación epidemiológica vigente en territorio provincial.