SALTA (Redacción) – En el marco de la pandemia que golpea a todos los sectores por igual, hay algunos que ven recortadas sus posibilidades de continuar cuando la realidad se torna más dura y asfixiante. Es el caso de los comedores, que hace del voluntariado y la solidaridad su esencia para poder responder a las necesidades sin contención de los vecinos más vulnerables de las diferentes barriadas. Cuando el hambre es grande y la pobreza se profundiza, se vuelve urgente repensar las estrategias como lo hicieron los concejales de Salta.
El Concejo Deliberante aprobó ayer por unanimidad la creación de una huerta comunitaria en el predio del vivero municipal, ubicado en la calle Gato y Mancha de barrio Don Emilio. El objetivo de esta ordenanza es abastecer de verduras a todos los comedores de la ciudad. De hecho, son muchos los que desde hace un buen tiempo se responsabilizan por alimentar a quienes más lo necesitan, frente a un Estado que muchas veces está ausente o nunca da abasto.
Cuando el ingenio, la vocación y la solidaridad coinciden
El concejal Abel Moya informó que el vivero en cuestión cuenta con ocho hectáreas, de las cuales solo dos están utilizadas con plantación de árboles autóctonos. Por lo tanto, el edil entiende que las seis restantes pueden ser utilizadas para la huerta comunitaria. Ésta permitiría generar beneficios colectivos que puedan garantizar mayor respuesta e inclusión en los comedores.
Moya, sostuvo que el predio tiene servicios de agua y luz y dijo que la ordenanza establece que sea trabajado por empleados municipales. Los mismos sembrarán y luego cosecharán las verduras para distribuirlas en los diferentes comedores barriales que así lo dispongan. De esta manera, se podrían aprovechar espacios para la práctica de la agricultura urbana y asegurar el abastecimiento de alimentos con fines sociales.
“Por la pandemia y la situación social del país hay 250 mil habitantes bajo la línea de pobreza, y dentro de estos, 30 mil no tienen ingresos para solventar su dieta diaria”, reflexionó el edil. Por otro lado, indicó que dentro del mismo proyecto de ordenanza, se pidió al Ejecutivo Municipal que realice convenio con el INTA y la UNSA para que capaciten a centros vecinales y fundaciones. El objetivo es que estas instituciones también puedan crear sus propias huertas comunitarias.