SALTA (Redacción) – Luego de que el gobierno provincial anunciara las nuevas restricciones que afectan la circulación de las personas desde el 23 hasta el 30 de agosto, llego el aviso más esperado: la confirmación provincial de que en Salta capital hay circulación comunitaria de coronavirus. Esto profundizó todavía más las preocupaciones vigentes de los actores involucrados en el circuito de mercado, como lo son los gimnasios.
Precisamente, gimnasios y clubes fueron inhabilitados a funcionar hasta el 30 de agosto y aun no se sabe qué pasará después. De hecho, es posible que esa medida se prorrogue en consonancia con la evolución de los contagios. Por ello, en miras a frenar el avance y contener la situación sanitaria en pos de nunca alcanzar un colapso, las autoridades optan por no volver a fase 1. Sin embargo, en el medio muchos se ven obligados a cerrar sus puertas sin poder sostener sus economías, sus fuentes de trabajo.
Entre la economía y la salud
Tras incesantes reclamos, desde el ejecutivo manifestaron que se reunirán hoy con referentes de los gimnasios. En el marco de estas reuniones, buscarán paliativos para no afectar su economía, aunque aclararon que la medida tomada fue necesaria para disminuir la circulación. Así las cosas, se vuelve imperante aprender a convivir con el virus, mientras algunas medidas se debaten entre la economía y la salud.
Desde el gobierno advirtieron que conocen claramente las consecuencias económicas del cierre de estos lugares. A pesar de ello, aclararon que la medida fue necesaria para que haya menos personas en ese conglomerado. Sin embargo, explicaron que para las autoridades es difícil tomar estas medidas restrictivas ya que afectan directamente la económica de los salteños.
La postura de los gimnasios
Cabe recordar las palabras en diálogo exclusivo con Salta 4400 , de Gustavo Ruíz. El mismo es propietario de un gimnasio y sostuvo que la noticia de prohibir sus actividades fue «como un baldazo de agua fría». En ese sentido, señaló que ellos trabajan con protocolos de higiene y seguridad aprobados día a día. Por este motivo, les molestó esta decisión arbitraria. «Ahora nos meten en la misma bolsa de circulación en lugares públicos», aseveró el propietario durante la entrevista.
El mismo hizo hincapié en las reuniones familiares y fiestas clandestinas, la circulación en los shoppings pero reforzó la idea de que en los gimnasios cumplen con estrictas restricciones. Precisamente, se encuentran trabajando al 50 % del público que puede asistir como de los horarios, por lo que consideran incongruente la disposición. En una entrevista televisiva, el doctor Biella explicó al respecto que en los gimnasios se vaporiza el aire lo que hace que existan mayores posibilidades de circulación no así en las misas. Esto último, fue uno de los principales reclamos que expresaron los referentes tanto como el público.
Así las cosas, agitadas, se esperan respuestas que den una luz de esperanza entre tanta incertidumbre y confusión.
