SALTA (Redacción) – La solidaridad es una consigna que de la mano de la pandemia, se volvió recurrente. En un marco de crisis sanitaria y económica, la empatía se torna en un valor impostergable al que debemos apostar para salir adelante. Sin embargo, el refrán es claro. “Haz lo que yo digo, no lo que yo hago”. En esta línea, la encargada de un merendero se sumó a las críticas contra la Municipalidad respecto a la gestión de la Panadería Social.
Ana Fernández, presidenta de la Fundación Cintia Fernández, se sumó a las denuncias que se vienen realizando de un tiempo a esta parte respecto al funcionamiento de la Panadería Social de la Municipalidad. Vale recordar, desde distintos merenderos de la ciudad se daba cuenta de la intención del organismo de cobrarles el pan a un 50% del precio, además, la solicitud de condiciones edilicias poco lógicas.
Falta el pan en la mesa y la burocracia es el único plato
La presidenta de la Fundación Cintia Fernández aseguró en Radio Aries 91.1, que el merendero que dirige en Norte Grande no recibe productos de la Panadería Social desde el inicio de la gestión capitalina. Informó, en tanto, que la fundación a su cargo brinda asistencia en un merendero del barrio Norte Grande desde 2018. Fue finalizando 2019, cuando les advirtieron que la distribución del pan social iba a estar sujeta a nuevas disposiciones.
“Casualmente los merenderos se arman por la necesidad social y económica que atraviesa la provincia y el país, entonces, no van a venir a pedir que tengan loza y demás; si es así, me parece una ridiculez total”, sostuvo la mujer. A su vez, sostuvo que “este año decidieron retirarles el pan social”, aseguró Fernández. Lejos de acabar allí, dio cuenta de otras maniobras.
Fernández, explicó que un funcionario municipal, además, se acercó hasta el lugar para exigirle al merendero documentación que acredite la asistencia que prestan. Para la mujer, la actual situación de pandemia y la emergencia alimentaria que pasan muchos niños en la ciudad no amerita tal comportamiento burocrático. Actualmente, detalló, al merendero de Norte Grande brinda asistencia a 100 niños con sus familias.
“Querían una lista de los chicos: nombre, apellido, documento”, señaló la mujer y completó: “Es lamentable porque creo que les falta sensibilidad; ha sido decisión de la Intendenta, ella no es ajena a lo que pasa, no sé porque toman esta decisión”.