SALTA (Redacción) – Los números millonarios dan cuenta del alcance de la crisis económica que se profundizó con la llegada de la pandemia a la Provincia, al igual que al país. En este sentido, resulta alarmante ver la realidad de los balances frente a una fila de obligaciones que todavía resta pagar. La deuda se incrementa y los escritorios de los funcionarios, arden por estas horas.
Sin ir más lejos, el ministro de Economía de la provincia, Roberto Dib Ashur, aseguró hoy que desde el inicio de la pandemia la provincia “perdió” ingreso por alrededor de 8.000 millones de pesos, sobre un presupuesto total de 100.000 millones de pesos. El funcionario reconoció que luego de registrar en abril y mayo las peores recaudaciones del año, los ingresos vienen mejorando en junio, julio y agosto.
A pesar de ello, aseguró que esperaban tener los actuales niveles de recaudación ocho meses atrás. Como forma de compensar la caída e intentar repuntar, el ministro planteó además que con las cámaras empresarias están trabajando en generar acciones de contención. A su vez, planean concretar consignas de crecimiento y desarrollo. En el listado de obras públicas que abarca el presupuesto consideraron obras afines rutas, conectividad digital, ferroviaria, y obras de agua y saneamiento.
350 millones de dólares que todavía faltan saldar
Mientras tanto, la renegociación de la deuda en dólares trepa a los 350 millones de dólares que vencen en 2022, 2023 y 2024. Esto implica, casi 130 millones de dólares por año. Por ello, el gobierno en tiempo récord evalúa la renegociación para extender los plazos de pago y reducir los intereses. Esto permitiría poder conseguir luego, créditos de fomento para reactivar la economía local.
En una entrevista brindada a FM Profesional 89.9, el ministro recordó que recién a partir del 30 de julio, cuando la Legislatura dictó una ley que autoriza la renegociación, pudieron avanzar con el proceso de ofrecerle a los bonistas los títulos de la nueva deuda. Pero no será fácil. El mismo, contó también que si bien a los bonistas valoran que la Provincia nunca haya entrado en default, les importa mucho más conocer los flujos futuros de ingresos de la provincia. Esto les permite analizar si hay posibilidades de pago de los compromisos asumidos.