SALTA (Redacción) – Medios nacionales, videos virales en las redes sociales, protestas, medidas extremas que se hacen eco del abandono del gobierno municipal. Provincial y nacional para con el sistema de salud y la ciudadanía. A pesar de la cantidad de meses que han pasado, lo peor no ha sido la pandemia sino la impune gestión del Coronavirus en la Provincia de Salta, en este caso en el departamento de Orán.
A pesar de que los salteños fueron llamados al aislamiento preventivo y obligatorio cuando todavía era marzo del 2020, pasan los meses, el impacto del virus está a la vista pero el sistema de salud no está a la altura para afrontar tamaña crisis. Si bien muchos funcionarios del gobierno provincial hicieron alarde de cómo el sistema de salud podría combatir la pandemia, para muestra basta un botón, dicen.
Desde hace semanas la gestión de Sáenz y allegados suman críticas, reclamos, denuncias, penas, muertes que pasan sin pena ni gloria. Aunque para una crisis sanitaria de estas dimensiones se necesitan estrategias nacionales, nada parece compensar la incertidumbre, la precarización, la tristeza de un panorama desolador. A ello se suma, la negligencia de algunos funcionarios que ante la falta de oxígeno fundamentada, aducen se tratan de “fake news” u “operetas políticas”.
La voz del pueblo: largas caravanas
¿No hay tal crisis? La respuesta es sí, tajante. Por ello, los vecinos de Orán decidieron concretar un segundo cacerolazo en pedido de ayuda. Una caravana de autos y motos fue la modalidad elegida para hacerse escuchar en las principales avenidas del municipio. Las bocinas aturdieron hasta los oídos más sordos, las mentes más tercas y los ojos más ciegos. A ellos se sumaron, familias que salieron a las veredas en muestra de apoyo con cacerola en mano. Las pancartas daban cuenta de los reclamos: recursos y personal de salud.
En algunos testimonios, se denunció al Gobernador así como al Intendente de Orán. “Así como usa a la policía el intendente para su familia, que use la policía para poner seguridad en los hospitales”, exclamó una mujer desesperada. A los reclamos por mejoras en la atención de la salud, otro joven denunció que un paciente está preso en la sala Covid-19 en el Hospital del municipio.
“¿En qué va a trabajar?”; “Basta de palabrerías”; “¿Qué gestiona y pára cuando?”; estas fueron las preguntas que se hacían los vecinos en el marco de la protesta que duró más de una hora al ritmo de las bocinas que no dieron respiro alguno. Los balcones e llenaron de gente que también daba cuenta de lo injusto de la situación que atraviesan tanto como la corrupción que los aqueja.
“Queremos que el intendente se te haga cargo de su promesa por el bien de todos”, subrayaron. Así, a la par de algunos vallados en la cuadra donde se encuentra ubicada la Municipalidad, tuvo lugar un domingo para la historia. Un reclamo multitudinario en respuesta a los anuncios de la gerencia del hospital dando cuenta de que en Orán no hacía falta nada.