SALTA (Redacción) – Tanto a nivel nacional como provincial, la situación epidemiológica se agrava y el sistema de salud entra en un estado de tensión constante, tirando de la cuerda ante un inminente colapso sanitario. Así las cosas, las autoridades exigen a la sociedad cumplir las medidas de prevención, el aislamiento en algunos casos y extreman las medidas. Pero lo cierto es que cuando hablamos de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) los tantos cambian rotundamente.
En un marco de peligro constante para la salud, la crisis económica golpea y obliga a la comunidad a decidir sobre la marcha, a pesar de incumplir los protocolos vigentes. Es el caso de los millones de beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia que por estos días son los protagonistas de un colapso en la circulación del caso céntrico de nuestra ciudad. Sin retenes de seguridad ni orden alguno, la gente se agolpa en las calles incurriendo en un accionar compartido que tendrá resultados en algunas semanas.
¿El fin? Cobrar el IFE, la ayuda económica del gobierno nacional de $10.000 para quienes apliquen. Esta medida tan polémica por el cobro indebido de funcionarios y legisladores previamente, ahora se vuelve a instalar en el boca a boca por el escenario y las postales que se registraron en los últimos días. Los salteños salieron a las calles en lo que son largas filas durante horas a la espera del cobro del beneficio.
Entre la economía y la salud
De hecho, el mismo gobernador se refirió a esta actitud en su anuncio de la noche, repudiando la conducta de colapsar los bancos sin precaución alguna. Pero la crisis es grande y ante esta inestabilidad, el colapso social no es una sorpresa, sino una crónica anunciada de los hechos de los que somos testigos los salteños día a día. Con los bolsillos flacos y las muertes por Coronavirus en ascenso, la comunidad se demuestra cansada.
Como puede verse en las imágenes registradas por Salta 4400, nos encontramos con una larga fila que parte desde el Correo Argentino, luego continúa por Avenida Belgrano hasta llegar a Pueyrredón, donde dobla sobre la calle España acaparando más de la mitad de la calle Dean Funes. Lo cierto es que no en todos los casos cumplen con el uso del barbijo ni el distanciamiento social.
Cabe recordar que hasta ahora, la Anses instrumentó tres pagos del IFE: el primero entre abril y mayo, el segundo entre junio y julio y el tercero –que se está pagando actualmente– entre agosto y septiembre. La tercera edición se comenzó a pagar el 25 de agosto y concluirá el 21 de septiembre, según el cronograma previsto. En esta línea, el IFE 4 podría ser abonado entre octubre y noviembre. De hecho, analizan que luego de este cuarto pago, el mismo se reconvierta. Es decir, que pase a ser un programa que apunte a la capacitación y el empleo para jóvenes de entre 18 y 24 años, según anticiparon fuentes del organismo.
