SALTA (Redacción) – Hace algunos días, Orán vivió momentos de extrema tensión en el hospital San Vicente de Paul cuando un grupo de personas arrojaron piedras a la guardia. Esto dejó como consecuencia vidrios rotos, tensión entre los profesionales de la salud y hasta un médico renunció. El ministro de Salud de la Nación repudió estos hechos de violencia y los calificó como «inadmisibles».
“Es una situación que no logro entender, me indigno y me enojo porque tenemos 700 personas trabajando en lugares críticos de Argentina y uno de esos lugares es Orán” manifestó el titular de la cartera de salud. Cabe recordar que este fin de semana, Nación envió profesionales de la salud, respiradores y elementos de bioseguridad para paliar las consecuencias de la pandemia en la provincia.
“El esfuerzo de los trabajadores es sobrehumano y se paga el precio de una circulación comunitaria alta sin restricción de la circulación de las personas», señaló. Y agregó: Pese a que el gobierno volvió a fase 1, la gente no entiende eso”. En ese sentido, remarcó que la actitud que están teniendo las personas no es la más favorable para este contexto. “Que haya agresiones no puedo entenderlo, porque son verdaderos héroes, es inadmisible” finalizó.
El triste relato del médico
Daniel Gática, médico residente del hospital San Vicente de Paul, es el profesional que renunció después de las agresiones en Orán. Utilizó su cuenta de Facebook para contar la triste situación que le tocó vivir e informó públicamente que dejaría de trabajar. «Hoy viví uno de los días más triste de mi vida como profesional. Sentí el peso de esta maldita pandemia. Hoy 13 septiembre dije basta», publicó.
Y agregó: «Fueron 12 días de puro estrés, de solo dar malas noticias, de tener que estar en todos lados, de no dormir, de comer lo que venga, de no tomar agua por horas y horas». Al respecto, sostuvo que que la situación actual que viven los profesionales en las guardias es alarmante. Señaló que no cuentan con los elementos necesarios, trabajan durante días y hasta duermen de parados después de atender a 65 pacientes.