SALTA (Redacción) – Esta tarde finalizó el Milagro 2020 que estuvo marcado por la pandemia de coronavirus. La crisis sanitaria no permitió que las sagradas imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro pudieran salir en procesión por las calles y tampoco que los fieles asistan a la Catedral de Salta. Ante esta situación histórica, el arzobispo Mario Cargnello pidió perdón por que no sacaron las imágenes.
«La violencia de la pandemia se hace sentir»
De esta manera, el arzobispo de Salta realizó el tradicional Pacto de Fidelidad de rodillas en la puerta central de la Catedral y de espaldas a una plaza 9 de Julio vacía. Allí estaban las imágenes más pequeñas del Señor del Milagro. «Aquí estamos en esta tarde de un 15 de setiembre muy especial. Todo lo que deseábamos preparar para rendirte nuestro homenaje y contigo a tu Madre, nuestra Señora del Milagro, no pudo ser», expresó.
En este sentido, Cargnello describió: «Hoy experimentamos la verdad de lo afirmado por el Papa (Francisco). La violencia de la pandemia se hace sentir entre nosotros. La enfermedad se expande, el sistema de salud amenaza colapsar, nuestros trabajadores de la salud y de la seguridad se ven desbordados, algunos agotados. La experiencia de la fragilidad física, espiritual y social es de todos».
Luego, apuntó que se vive una «vulnerabilidad política e ideológica». El arzobispo apuntó: «La enfermedad ha superado proyectos partidarios e ideológicos y ha puesto en evidencia sus límites y la mezquindad de segundas intenciones. ¡Qué triste es contemplar el aprovechamiento de la situación para justificar decisiones dudosas en desmedro del bien común! La enfermedad desnuda al ser humano».
«Señor, perdónanos, no hemos podido sacar tu imagen»
Luego, en la puerta de la Catedral de Salta, el arzobispo lamentó: «Las economías han sufrido y continúan sufriendo un deterioro muy grande. Nos estamos empobreciendo. Son muchísimas las familias que ven disminuir su calidad de vida, sus ahorros, sus posibilidades frente al futuro. Son demasiados los hogares a los que no les alcanza ni para comer».
«Se impone la necesidad de una solidaridad real, sostenida, transparente y de una conducción honesta, austera, paciente. Es duro ver a los que lucran con la enfermedad, con la necesidad del otro, con el dolor ajeno», remarcó. En tanto, expresó: «Reconocemos tu llamado a celebrar el Pacto de Fidelidad con cada uno de nosotros, con cada una de nuestras familias, con nuestro pueblo de toda la arquidiócesis y de toda la Provincia de Salta, con todos tus devotos».
«Pero, Señor, perdónanos, no hemos podido sacar tu imagen.Perdónanos Señor. En la soledad conmovedora de una plaza que añora la multitud parece escucharse tu voz que nos dice: iNo! Este año yo los quiero cargar a cada uno de ustedes», señaló el arzobispo Mario Cargnello.
