(Por Diego Nofal).– Mucho se puede decir de la gestión de Gustavo Sáenz y de su manera de combatir la pandemia que asola al mundo. Algunas de esas cosas serán críticas mordaces, otras tantas tímidas alabanzas a algunos pocos aciertos que ha tenido en estos tiempos. Pero detrás de la unificación de la oposición para criticar el pedido del mandatario para donar los salarios, se encuentra una realidad clara e irrefutable, no hay un solo político en Salta, que quiera poner dinero de su bolsillo.
Cada vez que se habla de solidaridad y de atender la necesidad de los más afectados, siempre se habla casi de la tangente. Todos saben, o creen saber, donde hay que afectar o dirigir los recursos, siempre que esos recursos sean de otro. «Donaré la totalidad de mi sueldo de setiembre», dijo Gustavo Saénz mientras invitaba al resto del arco político a hacer lo mismo para la conformación de un fondo solidario. Un escosor helado recorrió la espalda de los dirigentes provinciales acostumbrados a que «solidaridad» es algo que se hace con lo ajeno y jamás con lo propio.
Para muestra sobra un botón, o varios, apenas el mandatario provincial lanzó el pedido, la oposición se unificó, legisladores del Frente de Todos, se reunieron con radicales y olmedistas, se abrazaron en un solo documento para exigir rendiciones de cuentas y unificar críticas, de meter la mano en el bolsillo, ni hablar. “Gustavo Sáenz tuvo una conducta demagógica, de esta crisis se sale con un plan de gobierno, no haciendo colectas», sostuvo el diputado Ramón Villa, que se apuró a anticipar que no donaría su salario.
“Hemos visto que el sistema sanitario salteño con 120 camas ocupadas y 75 respiradores ocupados colapsó. Es decir, nos mintieron que pusieron camas de terapia intensiva. Nos mintieron que compraron respiradores. Ahora salen a hacer una colecta en la clase política, es una vergüenza”, dijo por su parte Héctor Chibán, otro de los que firmó el duro documento en contra del Gobernador, también dejó en claro que de su bolsillo no saldrá un centavo para palear la crisis sanitaria.
El único sector de la oposición que no firmó el documento que instaba a Gustavo Sáenz a rendir cuentas fue el Partido Obrero. “El anuncio está un poco gastado. Hace 4 o 5 meses hizo lo mismo, pretendió constituir un fondo solidario sacando el 15% a los empleados públicos que se rebelaron contra eso y el hombre fue marcha atrás. Se juntaron unos pocos pesos, hubo descuentos también a los diputados, pero fue una gota en el océano”, dijo Claudio del Plá, garegando que no era «serio» que en medio de una crisis ser «realice una vaquita», además, obviamente, anticipó que no donará su sueldo.
