SALTA (Redacción) – El retroceso a la etapa de aislamiento social, preventivo y obligatorio informado por el Gobierno provincial generó un fuerte rechazo por parte de los sectores que terminan más afectados por estas medidas. El turismo se encuentra dentro del grupo que rechaza la decisión del gobernador Gustavo Sáenz de volver a la fase 1. Ante esto, integrantes de este sector asegura que es una situación bastante complicada y que están devastados.
En diálogo exclusivo con Salta 4400, Lia Rivella, propietaria de una agencia de turismo, señaló que atraviesan por una gran crisis. «La verdad que estamos en fase 1 desde el 17 de marzo. Nunca más pudimos abrir nuestros locales porque realmente el turismo interno que hubo, la gente por ahí hacía directamente las reservas en hoteles y no necesitaba la intervención de una agencia de viajes», explicó.
Ante esta situación, contó que se manifestaron a nivel nacional por el 35% de impuestos que puso gobierno nacional hace unas semanas. También solicitaron la reapertura de las fronteras y la unificación de protocolos. «No tenemos ni vuelos de cabotaje nacionales dentro del País. Es una situación bastante complicada lo de las agencias y todo lo que está pasando en la provincia en sí», aseveró.
Conversaciones no fructíferas
Lia declaró que las entidades que nuclean a todo el sector del turismo mantienen constante contacto con las autoridades gubernamentales para tratar de mejorar esta situación. «No obstante, la situación continúan tal y como está desde el 17 de marzo. «Somos los primeros que cerramos y los últimos que vamos a activarnos», sostuvo. Además, remarcó que las políticas a nivel nacional con el cepo del dólar y los impuestos que implementaron complican aún más el asunto. «En vez de ayudarnos a proyectar, estamos para atrás», manifestó.
Esta combinación de cosas provocó que el sector atraviese por una grave crisis económica difícil de remontar. «Nosotros estamos totalmente abatidos», declaró. Por otro lado, recordó que las autoridades les había dicho que en octubre se iba a reactivar sus actividades, pero esto no fue así. «Es como un desorden, descontrol y a eso se le suma un impuesto del 35%. El sector está devastado», finalizó.
