SALTA (Redacción) – Si bien la pandemia concentra hoy toda la atención, no es la única demanda ni el único problema de salud que amenaza a la comunidad. Lo cierto es que otros diagnósticos continúan a la orden del día como sucede todos los años, y que lejos de ser parte de una crisis, tienen solución. Pero, en medio de la desesperación, el miedo irracional, la incertidumbre y la desinformación, algunos optan por la salida menos viable. Es lo que sucede hoy con la vacunación de los menores, que si bien busca garantizar salud de los mismos, no tienen hoy buenos índices.
En diálogo con Salta 4400, la Dra. Adriana Jure, Jefa del programa de inmunizaciones, explicó que se está llevando a cabo el programa de vacunación de manera complicada, ya que se atrasó la vacunación en diferentes edades. “Recordemos que si bien hoy no existe una vacuna para el COVID-19, existen vacunas para muchas enfermedades, que pueden ser muy graves especialmente en los niños pequeños”, analizó.
En este sentido, explicó que en algunos casos el atraso alcanza al 20 % en algunos casos, hasta un 30% a 40% en otros niños vacunados, “depende del lugar y el tipo de vacunas que estemos hablando”. Si bien las vacunas están disponibles en los centros de salud, Jure sugiere “hablar al centro de salud y programar la vacunación de manera que no se atrase”.
Al mismo tiempo, garantizó la vacunación de forma segura. “Les van a preguntar por el tema si tiene síntomas de fiebre, tos para que no vaya en ese momento, pero si está sana se programa la vacuna”, aclaró. Precisamente, recalcó que la prevención es una manera de alivianar el trabajo de un sistema de salud que no pasa su mejor momento, con una sobre carga de trabajo y atención.
La importancia de la prevención: una responsabilidad compartida
La doctora recordó que “las vacunas son de prevención y desde el momento en que las personas no se están vacunando, como los niños, se pone en riesgo”. En este contexto, recordó la relevancia de vacunas que previenen neumonías, meningitis que no se están aplicando. “Ponen en riesgo en el momento que las personas se empiecen a movilizar; inclusive sin movilización hay algunas bacterias que pueden ser normales en la garganta de una persona adulta, pero no en la de un niño”, explicó.
Por ello, apeló a una “responsabilidad compartida” entre la comunidad, los medios y el personal de la salud como la mejor campaña para recordar el valor de una vacuna en el marco de la vida de una persona. “Lo que esperamos en realidad es que no pase la pandemia para que las personas, niños y adultos se vacunen”, subrayó.
De hecho, recordó que “no hay que esperar para la vacunación”. Debido a la escasa circulación de personas, evitó y limitó las campañas de vacunación que se hacían en las escuelas, por ejemplo. Es el caso de la vacunación de PBH, tétano, tos convulsa y contra la meningitis que se coloca en los 11 años de edad. “Eso si nos significó un atraso importante porque se realizaba la vacunación en las escuelas”, insistió.
La doctora rescató además, la vacunación realizada por agentes sanitarios, actividad que asegura nunca se suspendió. A su vez, aclaró que este año no tuvieron problemas con el insumo. “Las vacunas están disponibles, así que las personas, familias les pedimos que completen el carnet, más que nada los niños que pueden requerir internación, que pueden terminar con secuelas y hasta muertes. Las vacunas de calendario no necesitan indicación médica”, indicó.
Vacuna contra la pulmonía: ¿quiénes pueden acceder?
Al ser consultada sobre las vacunas contra la pulmonía, la doctora explicó que esa vacuna contra el neumococo, una de las principales bacterias que produce neumonía. «Está en calendario en niños de 2 meses, 4 meses y con un refuerzo a los 12 meses. Así también para los mayores de 65 años que se hace un esquema de dos dosis con diferentes vacunas”, profundizó.
Es el caso de las personas que tienen algún factor de riesgo que puede significar una mayor posibilidad de tener neumonía o una infección importante, como los diabéticos, con algún problema cardiaco, las personas que tiene cualquier enfermedad que baje las defensas como pacientes oncológicos y que toman algún medicamento. Además está para las personas que fuman y con alcoholismo.
