SALTA (Redacción) – Al abrir los ojos, cada quien lee la realidad desde sus zapatos. Pero lo cierto es que no se puede tapar el Sol con una mano. En este sentido, resulta difícil querer borrar con el codo lo que se escribió durante años. Es el caso de la histórica rivalidad entre comerciantes y manteros. Salta 4400 accedió al testimonio de la dueña de un comercio que está hace más de 30 años en el circuito.
“Toda la vida hemos tenidos problemas y hemos peleado con la venta ambulante. Es mucha gente que hace mal su trabajo para que haya tanto ambulante y tanto comprobante”, advirtió. La misma recordó que con el gobernador Romero en un día los sacó. “No podíamos creerlo, pero después volvieron porque no hubo otro gobierno que los peleará tanto”, disparó.
Por todo esto, consideró que el gobernador “va a tener que hacer algo porque nosotros vamos a seguir saliendo para que saquen a los ambulantes de aquí”. De hecho, en la tarde de ayer atestiguábamos el registro en vivo que realizó este medio, donde podía verse el enfrentamiento cuando los comerciantes no dejaron asentarse a los manteros en las peatonales.
Deudas, inseguridad e inspecciones irregulares
“Hoy nadie ha pasado su alquiler, nadie lo completo hoy. Antes podíamos pagar los alquileres y ahora ya no, estamos todos debiendo impuestos. Se nos ha hecho una bola de nieve. Mi gente está en blanco. Todo es difícil, afrontar los sueldos también. Hay gente que llega hasta la esquina, ve la cantidad de manteros y no quieren entrar porque muchas veces son violentos, les tienen miedo, roban”, analizó la trabajadora.
Asimismo, contó que “la gente quiere hacer la fila en algún local y choca con el ambulante”. Si algo le faltaba era la inoperancia de los inspectores. “Yo ya tuve tres inspecciones de protocolo, las pase ‘y a ellos nadie les dice nada, todo tenemos que cumplir nosotros”, lamentó. Si bien reconoció que entiende que todos tienen familias, criticó que “no tienen por qué estar en la peatonal cuando los alquileres que pagamos nosotros son excesivos”.
Finalmente, la propietaria salió al cruce de los inspectores. “Control de la municipalidad viene un ratito y se va. En la tarde a veces no los vemos, en la mañana sí. Pero control comercial es gente que trabaja todo el día al vicio, porque los corren de un lado y cuando se van, vuelven”, concluyó.
