SALTA (Redacción) El femicidio de Paola Tacacho vino a reavivar un debate que está latente a diario y que nos retuerce ante cada muerte por violencia de género. Mientras que en Salta se produce un femicidio cada 34 días, el malestar social se acrecienta y la respuesta del Estado se torna escueta ante tamaño flagelo. En este marco, Salta 4400 dialogó con el Dr. Carlos Garmendia, abogado de la Fundación María De Los Ángeles de Tucumán.
“La sociedad tucumana se ha movilizado en estas circunstancias. Algunas personas hicieron pedido de juicio político de juri de enjuiciamiento, en contra del juez Francisco Pisa. Un un juez que tuvo la oportunidad de elevar a juicio el caso de Paola, mandarlo a que sea juzgado en el 2017 y lo evitó”, advirtió. En este sentido, aseguró que hoy cerca del medio día realizarán la pertinente presentación desde la Fundación a la par de una ONG prestigiosa como lo es “Mujeres por Mujeres”.
Antecedentes del nefasto Juez Francisco Pisa
Consultado al respecto de los antecedentes del juez Pisa, Garmendia aseguró que ya existen denuncias que priman sobre él. “Yo ya lo denuncié hace unos años atrás por una situación de coerción muy grave, denuncia que no ha tenido mayor trascendencia en el ámbito de tribunales”, recordó. El abogado lamentó que no avanzara la investigación que tiene a Francisco Pisa, Guillermo Herrera y el fiscal Alejandro Noguera en la mira.
“Ellos tres intervienen en la causa de Rubén Ale. Una causa que tenía que ver con una usurpación y a raíz de una carta que se encuentra sobre una investigación de lavado de dinero, se encuentra esa documentación vinculada a Noguera. Ahí se destapa y aparece todo el entramado de corrupción que había sucedido”, profundizó. Sin embargo, los resultados de la investigación dejaron más cabos sueltos y sospechas que respuestas.
“Pisa es un muy mal juez acá en Tucumán. No me extraña este fallo que saco salvándole el pellejo al femicida. Quién sabe si llegando al debate oral se hubiesen podido desarrollar pruebas o algo y la realidad de Paola hubiese cambiado, no lo podemos saber a eso. Pero, la decisión de sobreseer en ese momento en favor de este femicidia, indica un poco en la situación en la que está el poder judicial tucumano”, arremetió el abogado.
El sistema disfuncional, con déficit de perspectiva de género
Con13 denuncias y casi todas archivadas, Paola resultó víctima de un sistema disfuncional y corrupto que quizás pudo evitar la tragedia. “Las denuncias que venía haciendo Paola estaban atomizadas, desparramadas en todas las fiscalías, no estaban en un solo lugar”, manifestó Garmendia. En este sentido, explicó que al estar aisladas podían no parecer graves, pero al reunirlas “el patrón se torna preocupante”.
“Cuando uno ve que eso venia pasando sistemáticamente y todo eso se hubiese podido juntar en un solo caso; un solo fiscal que podía ir viendo esta circunstancias y hubiese servido de otra manera. Se le hubiese podido poner una pulsera con un geo referenciado para que cuando él se acerque la policía pueda rápidamente presentarse”, explicó el abogado.
A pesar de ello, el Dr. Garmendia destacó el buen labor de algunas instituciones y oficinas en Tucumán como las de violencia doméstica. Sin embargo, la falla queda expuesta en la desintegración de esta cadena de actuaciones. “Después estamos en déficit en cuanto a proveer de abogados en cuanto a perspectiva de género y especialistas en estas cosas para atender a mujeres”, subrayó.
Reclaman perspectiva de género
Garmendia agregó que Paola no es el único y que el panorama es aún más complejo. “Necesitamos que los operadores judiciales tengan una mirada con perspectiva de género, más comprometidos con las circunstancias de violencia. Es muy complejo el asunto pero hay cosas que no podemos dejar pasar y no le podemos dejar pasar a Pisa esa vergüenza de sentencia”, analizó.
Para el Dr. Garmendia, existe un “elemento atroz”, más allá de la vergüenza como pieza procesal. “Pisa dice en su sentencia que llevar a juicio esa causa implica un expendio de la actividad judicial, es decir un desperdicio de trabajo”, disparó. Asimismo, llamó a prestar atención. “Fíjese cuál es el caso. Una persona que tiene una prohibición de acercamiento en una situación de violencia de género, viola dos veces esa prohibición de acercamiento y entonces Pisa dice que elevarlo a juicio es un desgaste, un trabajo sin sentido”, profundizó.
Más que sapienza, se precisa de sentido común, lo que falló en esta causa. Para Garmendia la cuestión es clara y se resume en una pregunta “¿Para qué le pones la prohibición de acercamiento? Si no lo vas a castigar cuando no la cumple”, cuestionó. Así las cosas, aseguró que esta es la “historia de este país” y pidió que el caso de Paola “no sea un sinsentido”.
“Veo que los grandes cambios, mucho de los grandes cambios se producen con situaciones de tragedia, que se podrían haber evitado”, concluyó.
