SALTA (Redacción) – La semana comenzó con mucho movimiento con respecto a reclamos y manifestaciones en la calles capitalinas. Otra vez, los remiseros decidieron salir a manifestar su descontento con respecto al posible desembarco de Uber al territorio salteño. Sin embargo, no es lo único que reclaman, sino que señalan que el Gobierno tampoco nunca se hizo cargo de otros problemas, como la ilegalidad y el reordenamiento.
Salta 4400 se acercó y dialogó con Alfredo Carrizo, representante de Remises Unidos, quien explicó el motivo de la convocatoria. Según declaró, se ven en apuros de salir a las calles, ya que el Ejecutivo nunca cumplió su compromiso de presentar un proyecto para tratar el tema de la ilegalidad. Eso, sumado la llegada de Uber, hizo que decidieran manifestarse.
Otra denuncia que hizo el remisero es que nunca declararon la emergencia del Transporte, tal como lo había promedito Gustavo Sáenz. «Ahí ahí se hablaba del trabajo registrado, que las agencias trabajen como tienen que trabajar», explicó. En ese sentido, sostuvo que con esto las irregularidades iban a dejar de verse, ya que habría todo un marco legal que los ampare.
Todos contra Uber
Los remiseros señalaron que la llegada de esta aplicación los dejaría «indigentes», ya que ni al sueldo mínimo llegan por el contexto actual. Dichos reclamos no vienen de hace poco tiempo, sino que se escuchan desde hace meses, pero las autoridades provinciales nunca dieron una solución concreta y solo hicieron comentarios efímeros en contra de esta empresa. Tras varios meses de luchas de remises y taxis, la Autoridad Metropolitana de Transporte anunció una medida cautelar que impide que Uber trabaje en la provincia.
Así lo anunciaron el día de hoy mediante una conferencia de prensa en vivo. De esta forma, el presidente de la AMT, Marcelo Ferraris, informó que el juez en lo Cívico y Comercial, aprobó una medida cautelar para que la empresa no pueda desembarcar en la provincia. Este «manotazo de ahogado» le servirá para calmar a los trabajadores del transporte, quienes cada vez estaban más impacientes por la inacción del Gobierno.