SALTA (Redacción) – Fue el martes 18 de junio cuando se presentó el proyecto de Ley Johanna 1240/D19. El mismo se denominó “Procedimientos médico asistenciales de la persona gestante frente a la muerte perinatal”. En el marco de un debate, entre voces a favor de las dos vidas y voces a favor de la legalización del aborto, otra realidad bastante más invisibilizada, cobra valor. Se trata de aquellas mujeres que le hacen frente a la crudeza del sistema y a la violencia frente a la muerte perinatal de sus bebés.
Corría el día 6 de octubre de 2014, cuando Johanna Piferrer fue al hospital donde había hecho todo el seguimiento de su embarazo para hacerse un control. Llevaba 33 semanas de gestación. Pero durante la ecografía no se escucharon los latidos del corazón de Ciro, su hijo. A partir de ese momento, su vida dio un giro inesperado que se convirtió en una lucha compartida.
«Violencia obstétrica»: una realidad paralela de la que pocos hablan
En aquel momento, la llevaron a la sala de maternidad –donde escuchaba a otras madres parir-, quisieron inducirla a un parto natural –en contra de su voluntad-, y la tuvieron desde las tres de la tarde hasta las doce y media de la noche con su bebé muerto en la panza. Este hecho encaja en aquello que se conoce como “violencia obstétrica”.
La misma está conceptualizada en la Ley 26.485 de protección integral contra toda forma de violencia contra las mujeres. “Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929”. Esta última Ley (la 25.929) es la de parto respetado y fue sancionada en 2004.
Los cabos sueltos del Código Penal
Así las cosas, existe un vacío legal importante que buscó ser atendido y resuelto para darle respuesta a tantas más que padecen esta realidad. Si bien sobreabundan las normativas respecto a esta problemática, no se puede denunciar penalmente porque no es un delito tipificado en el Código Penal. Precisamente, el caso de Johanna fue el primero en ser judicializado en el país.
Por todo esto, junto a Vanina Panetta y Silvia Calio, sus abogadas, y la diputada por el Frente para la Victoria Magdalena Sierra, lograron que el 24 de noviembre de 2017 ingresara a un proyecto de ley. En el se planteaba la atención en caso de muertes perinatales. Sin embargo, por una publicación de la misma, se conoció el triste desenlace.
«Será ley»
“Ha perdido estado parlamentario”, fueron las palabras de Johanna en sus redes. Con una mezcla de enojo y tristeza, se mostró segura del camino recorrido y que tras ser iniciado, seguirá siendo parte de la agenda. “En Marzo de 2021 volveremos a presentarlo, el proyecto de ley no tiene un número, tiene un nombre y un recorrido que hace que cada vez sea aún más superador”, adelantó Johanna.
Con palabras de agradecimientos hacia diferentes sectores, aseguró que “más temprano que tarde, SERÁ LEY”. “También para el próximo año esperamos con ansias, el fallo de la Primer Demanda del País basada en Violencia Obstétrica frente a la Muerte Perinatal. Como siempre, le pedimos al Juez Christello del Juzgado N°46 que nos dé un fallo que este a la altura del contexto histórico, La Violencia Obstétrica es Violencia de Genero”, advirtió.
Finalmente, manifestó su intención para el año entrante: “Tu nombre y ese babero como bandera de lucha en las calles hasta que sea Ley Hijo”, sentenció.
