SALTA (Redacción) – El norte de la provincia de Salta atraviesa por una emergencia sociosanitaria que afecta directamente a las comunidades indígenas. Eso se ve reflejado en la cantidad de muertes por desnutrición que se contabilizaron hasta el momento. Esta semana, una triste noticia tomó relevancia a nivel nacional y mostró la ineficacia del Gobierno para resolver esto. Se trata de la muerte de una nena wichi de 1 año, quien falleció este lunes por un cuadro severo de desnutrición en Tartagal.
Según fuentes investigativas, había un puesto sanitario que no estaba abierto, lo cual complicó la logística para la atención de la nena. Al ser consultado sobre esto, el gobernador Gustavo Sáenz explicó que es un tema en el que está trabajando el ministro de Salud, Juan José Esteban. «Creo que todas las muertes pueden evitarse si se hacen las cosas como corresponden y hay algunas que no», aseveró.
En relación a ello, agregó: «Lamentablemente es un tema que viene de años y estamos trabajando mucho en eso y esperamos poder mejorarlo». Ante la muerte de esta nena wichi, se ha pedido un nuevo informe sobre la cantidad de niños en situación de desnutrición, sus condiciones y sobre los recursos sanitarios. «Es fundamental el tema del agua», aseveró el gobernador de Salta.
La falta de agua es uno de los principales problemas de las comunidades indígenas. En algunos lugares, hace 10 meses están sin este recurso. A pesar de las constantes denuncias y movilizaciones, el Estado nunca pudo dar solución a este problema y solo implementa medidas temporales como los camiones de agua. Si bien esto ayuda, no resuelve de todo la problemática que afecta a una gran parte de la provincia.
Muerte de la nena
El fallecimiento de la nena wichi tuvo lugar el pasado lunes 14 de diciembre en el hospital Juan Domingo Perón, Tartagal. Según la información que trascendió, la víctima ingresó al nosocomio con un cuadro gastroentérico y de deshidratación. A pesar de los esfuerzos de los profesionales de la institución hospitalaria, murió al día siguiente. Se trataba de una integrante de la comunidad wichi, oriunda del paraje Lapacho Viejo, a unos 110 kilómetros de Tartagal.