SALTA (Redacción) – La crisis económica en la provincia es un problema que data de hace tiempo y el cual se acrecentó con la llegada de la pandemia. Jimena Dorado, vecina de Rosario de la Frontera es un caso evidente de esto, ya que se encuentra en situación de indigencia con dos niños y no tiene dónde vivir. A pesar de los constantes pedidos de ayuda, ninguna autoridad ni medio local se acercó a escuchar su realidad. Por este motivo, se comunicó con Salta 4400.
En diálogo con nuestro medio, Jimena brindó detalles sobre las lamentables condiciones en la que vive junto a sus hijos y sobre el pedido que necesita que el Estado responda con urgencia. Según contó, se tuvo que ir de la casa que tenía con su marido por problemas que tuvo con él y ahora están en un lote baldío, en donde construyeron un ranchito de plástico porque no tiene para alquilar.
Problemas sin soluciones
«Hace una semana que fui a la municipalidad, hablé con todos y no me vinieron ni a ver aún. Me dijeron que tengo que estar por lo menos de dos a tres semanas en el lote para que ellos vean y me puedan dar una constancia del lote, que eso se renueva todos los meses. Después de 6 meses, recién me pueden dar el papel del lote», contó la vecina de Rosario de la Frontera en estado de indigencia.
Además, relató que pidió materiales para poder armar bien su casa porque cuando llueve, sus niños se mojan. «Me dijeron que aún no porque recién llevo una semana y ellos no saben si me voy a quedar o no. El martes pasado, dormí en uno de los vecinos porque me vieron con los nenes en medio de la lluvia», contó. Y agregó: «Si yo tuviera un lugar mejor, no tendría a mis hijos así. Yo aquí tengo una cocina que me prestaron, una garrafa, un modular que lo uso como ropero. Tengo la cama de los nenes y una mesa prestada. No tengo nada más».
Contactos políticos
En su desesperación, Jimena habló con varios funcionarios de Rosario de la Frontera, pero ninguno le dio soluciones. «Hablé con la secretaria del intendente, le pedí hablar con el intendente porque era urgente y me dijo que los turnos son de 40 a 60 días», remarcó. Además, recordó que mantuvo contacto con José Calderón que es el jefe de acción social y con Paola Romano, quienes le dijeron que iban a ir el pasado viernes y nunca llegaron. Ante ello, decidió hablar con la prensa de capital, ya que la del municipio son manejados por el Gobierno.
