SALTA (Redacción) – La emergencia sanitaria del norte de Salta se transformó en un problema difícil de resolver para el Gobierno provincial. Hace meses que la falta de agua y la pobreza azotan a las comunidades originarias. La gravedad de la situación se ve reflejada en la cantidad de niños y adultos que mueren a causa de la desnutrición o la deshidratación. Tan solo hoy, confirmaron 2 bebés que fallecieron por estas causas.
El encargado de anunciar esta triste noticia fue Ramón Villa en diálogo con una radio salteña. Según detalló el funcionario, se trató de un bebé de nueve meses y otro de 10 meses. El primero tenía a la desnutrición como patología de base, mientras que del segundo era la deshidratación. Se trata de dos factores que golpean regularmente a los habitantes del norte de la provincia de Salta.
Ante la situación, el legislador del Frente de Todos manifestó que es sumamente necesario avanzar con una Ley de Salud para comunidades originarias. Además, recalcó que hacen falta muchas otras herramientas que permitan a las autoridades provinciales revertir la situación y que hagan que no se mire para otro lado, como está sucediendo.
El hambre y la falta de agua no es lo único que golpeaba a los pueblos del norte de Salta. La falta de asistencia médica y la escasez de recursos eran otro factor que alertaba a los habitantes wichí. Respecto a ello, Villa comentó que en 10 días estará inaugurado un nuevo hospital en Santa Victoria Este, y que estará acorde a la zona de frontera para extender el alcance sanitario en la provincia.
Fallecimientos durante la pandemia
La cantidad de menores de edad que murieron por desnutrición durante la pandemia en la provincia fue demasiado elevada. Ante la gravedad del asunto, Nación quiso intervenir para intentar solucionar el problema y durante la visita de la ministra Carla Vizzotti prometió ayudar a estas comunidades. Pero parece que eso quedó tan solo en promesa porque la problemática sigue vigente.
