SALTA (Redacción) – La proliferación de fiestas clandestinas que se detectan todo los fines de semana en Salta, hizo que empresarios y dueños de boliches busquen alternativas para abrir nuevamente los boliches. Desde el sector anunciaron que buscan reunirse con el COE para retomar la actividad, ya que indican que abrir como confitería, no es rentable.
El empresario Mario Delaloye, referente del sector sostuvo que “no nos sirve trabajar como confitería”. El empresario reconoció que desde el gobierno provincial les permitieron trabajar como confitería y que algunos lo hicieron; pero aseguró que no les sirve, ya que al no estar dentro del corredor gastronómico, “la gente no los elige», indicó.
«La única forma de funcionar es una burbuja de 10 personas y la semana que viene se lo plantearán a las autoridades del COE, con quienes se reunirán y ojalá que Salta pueda tener esa flexibilidad”, sostuvo Delaloye. Detalló además que por la pandemia solamente quedaron en pie solo el 60% de los boliches que había en el mercado en Salta.
El solicitante precisó que por cada negocio hay 80 personas trabajando que perdieron sus puestos. Y cuestionó las restricciones y cierre del sector, ya que fiestas se siguen descubriendo todos los fines de semana. «Hay fiestas clandestinas en todos lados, juntadas en casas y después de las 2, se observa gente trasladándose a comprar alcohol», sentenció.
Delaloye expresó que si les permiten abrir, la idea es que todos los clientes estén vacunados. E informó que gestionan una reunión con el personal de Habilitaciones e Impuestos de la Municipalidad porque «después de un año y medio cerrados, nadie está en condiciones de regularizar deudas. Pero pueden comprometerse a trabajar y cumplir con plazos que se les establezcan», finalizó.
