SALTA (Redacción) – Un grupo humano de la organización de las Naciones Unidas, recorrieron el norte salteño. El resultado del análisis que hicieron, es muy duro para el gobierno provincial. Desde el sector indicaron como “débil la presencia del estado en la zona”. El diagnóstico se realizó durante el recorrido que se realizó por unos 4 días.
Después de hacer un recorrido de 1200 kilómetros en la zona del chaco salteño, el coordinador residente de Naciones Unidas Argentina, Roberto Valent y su equipo, expusieron algunas de las observaciones que se pudieron realizar en territorio. Ponderó algunos avances, aunque destacó la necesidad de seguir volcando mayor cantidad de recursos a las poblaciones rurales.
Valent hizo hincapié como factor elementa la falta de agua potable en la zona. “Sigue siendo uno de los principales problemas, además de la falta de todos los servicios y la discriminación percibida por las comunidades originarias. Es así que pese a los esfuerzos por estar y asistir, el referente manifestó que “la presencia del Estado, aún sigue siendo “débil”.
El objetivo de los referentes era evaluar el plan de respuesta humanitario internacional a la emergencia sociosanitaria, que fue establecida por la provincia a fines de enero de 2020. La causa que generó dicha declaración de emergencia fue la cantidad de niños fallecidos, de la comunidad wichí en particular, que llegó a unas 23 víctimas por causas evitables de hasta 5 años.
Entre los factores preponderantes para el entorno de las infancias mencionó la necesidad de la protección del medioambiente y la biodiversidad. “Como nos enseñan las comunidades originarias es parte de la preservación de la vida”, afirmó. En lo estructural planteó el hecho de que las poblaciones indígenas “han sido dejadas atrás, y en condiciones de vulnerabilidad extrema e indigencia total”.