SALTA (Redacción) – Este es un taller que se lleva a cabo con comunidades originarias y rurales de la provincia. Es una iniciativa que cuenta con el apoyo de UNICEF y se produce en el contexto de continuidad de los talleres «Crianza sin violencia«, el cual desde el año 2016 acompaña a familias de distintos barrios de la capital y el interior de la provincia. Este año se incorporó el abordaje de prácticas de crianza desde una mirada intercultural.
Actualmente se enmarca dentro del PLAN UNIR a través de talleres de crianza en la región del Chaco Salteño. Este plan consiste en encuentros en la cual madres, padres y adultos referentes de cada comunidad participan a la par con sus hijos de actividades informativas y prácticas, charlas y juegos que tiene como objetivo establecer pautas en común para el cuidado, estableciendo limites y acompañando las crianzas de las infancias respetando sus culturas.
El programa actualmente se extiende a los departamentos General San Martín, Orán y Rivadavia. La población total que participa de este programa son 2.372 familias y 3.205 niños y niñas de comunidades rurales y originarias. La coordinación de los talleres cuenta con el apoyo de profesionales de UNICEF y el grupo de acompañantes del Plan Unir coordinado desde el Ministerio de Desarrollo Social.
Otras de las experiencias más recientes es la que se vivió con la comunidad El Algarrobito, en Fortín Dragones, en la cual participaron las familias de un taller de prácticas de crianzas en el cual madres, padres, referentes comunitarios, sus respectivos hijos pudieron experimentar un intercambio sobre cuidados y hábitos saludables. Se espera que el programa se siga extendiendo durante todo el año, abordando temas que podrían tener impactos favorables en la vida de las familias.
Por último, la directora del Plan Unir, Belén Chalup declaró que estos talleres buscan abordar prácticas de crianza a nivel familiar, intentando «favorecer un vínculo positivo entre adultos referentes de cuidado y sus hijos e hijas; a nivel comunitario, generando encuentros con cada comunidad que acompañamos» pero también, desde el nivel institucional «generando políticas públicas que construyan prácticas de crianza favorables en cada comunidad siempre respetando la interculturalidad”, concluyó.
