SALTA (Redacción) – Los últimos años han sido de gran reconocimiento a las comunidades originarias pero también para los sectores más vulnerables. Esto se debe al reconocimiento otorgado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y la lucha de diferentes colectivos políticos. Sin embargo, Gustavo Farquharson lamentó la falta de una perspectiva indígena en la región de Salta.
Por esa razón es que las políticas que se elaboran desde el INADI provincial terminan fracasando, aclaró. Al mismo tiempo, Farquharson aseguró que hay muchas barreras que siguen impidiendo el acceso a la Justicia a los pueblos indígenas de Salta. Este debate se da después del terrible hecho ocurrido en Santa Victoria Oeste donde una niña Wichí fue abusada.
Farquharson alertó que este hecho no hace más que demostrar la compleja situación por la cual pasan las niñas de los pueblos originarios. Desde el INADI «venimos alertando de la necesidad de fortalecer políticas que busquen erradicar y prevenir la violencia, el abuso«, aseguró el funcionario. Reconoció que estas comunidades viven con peor empeño la violencia de género y sus consecuencias son más graves.
Pidió una mayor presencia del Estado provincial en el territorio donde se asientan estas comunidades. Farquharson advirtió que no es lo mismo generar políticas para la Capital provincial que hacerlo para el interior provincial. Desafortunadamente, Salta es una de las provincias con mayor cantidad de etnias indígenas y con menor presupuesto focalizada en dicha población.
El titular del INADI pide más acción hacia estas comunidades
Presentado este esquema particular valoró que los administradores públicos se estén capacitando para que los pueblos originarios puedan romper sus barreras en el acceso a la Justicia y en la salud. Farquharson propuso diseñar un programa a largo plazo y dejar de responder solamente en la inmediatez cuando ocurre algún hecho aberrante. Además, resaltó la necesidad de trabajar desde todos los estamentos del Estado para mejorar las condiciones de vida de estas comunidades porque aún «falta mucho por hacer».
