SALTA (Redacción) – El sueño de la casa propia cada día es más difícil de cumplirlos y uno de los programas que buscaba brindar una financiación para su ejecución fue el crédito UVA. De algo que fue accesible con un pago de $6.000 a estar pagando actualmente entre $80.000 y $90.000. Federico Núñez Burgos, defensor del Pueblo de la Ciudad de Salta manifestó la necesidad de modificar la dinámica de este medio.
«Se empezó a discutir en la Cámara de Diputados Nación una ley de reforma de los créditos UVA y a, partir de allí, estuvimos acompañando ese proceso», aclaró. Burgos detalló que el proyecto se presentó de manera conjunta por la Defensoría del Pueblo de diferentes regiones. También se enfoca en la necesidad de todos aquellos que tomaron este crédito en algún momento y tienen complicaciones para pagarlo.
«Como están ahora son imposibles de pagar. Una persona que tomó un millón de pesos y que pagó regularmente sus cuotas, después de cinco años está debiendo 10 millones de pesos de capital. Una cuota que al inicio era de $6000 hoy oscila entre $80.000 y $90.000«, detalló Burgos. A pesar de la urgencia de su problemática, la «cuestión UVA’ no se ha convertido en un tema de agenda, ello porque el universo de tomadores es pequeño«.
«Según relevamientos, en Salta, por ejemplo, son 11.000 créditos y, en su gran mayoría, fueron tomados en Capital y San Lorenzo», detalló el defensor. «Hay que tener en cuenta que estaban destinados a personas de ingresos medios y altos, y esto hace que el problema esté circunscripto a una población que ha ido ajustando sus gastos para poder cumplir con la cuota», explicó Núñez Burgos.
El crédito UVA hoy implica el 30% de los ingresos de sus beneficiarios
Por otro lado, los tomadores del crédito UVA deben priorizar el 30% de sus ingresos en pagar las cuotas del mismo. «Nosotros planteamos que no debe ser así. La tasa de morosidad del UVA es muy baja, justamente, porque los tomados dejan de pagar otras cosas para pagar la cuota de la casa», explicó el defensor del Pueblo. Uno de los planteos que surgen de este debate es la posibilidad de que los tomadores vendan sus casas para cancelar sus deudas, pero el razonamiento no tiene mucho apoyo. «Los tomadores de crédito no son agentes inmobiliarios, son trabajadores que han comprado una casa. Estos argumentos nosotros lo planteamos en un proyecto y ha sido nuestra forma de intervenir en la cuestión acompañando el debate», recordó Núñez Burgos.
