Días antes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, Fede Bal sacudía al mundo del espectáculo al confesar que había sido diagnósticado con cáncer de intestino. En ese momento, el actor no se tomó a la ligera el resultado de los estudios que se había realizado. El hijo de Carmen Barbieri le brindó una extensa entrevista a Hola Argentina en la que habló sobre las decisiones que tomó al asumir que tenía cáncer.
«En una especie de camino de sanación o reparación, pagué deudas porque no quería morirme con cosas pendientes», reflexionó. De esta manera, Fede Bal se apuró a cumplir con su lista de pendientes para encarar la lucha contra la enfermedad de la mejor manera posible. «Cancelé las cuotas del auto y devolví plata a la gente a la que había pedido guita», afirmó para ponerle aún más enfásis a sus declaraciones.
En otro ámbito, el actor reveló cuáles fueron sus primeras reacciones a la noticia sobre su delicado estado de salud. «Sentía que debía hacer algo ya porque si no me iba a morir o el tratamiento no iba a funcionar. Empecé a leer mucho sobre alimentación, vi documentales que te dicen lo mal que hace el azúcar, la carne roja. Y no te quedan ganas de comerte una milanesa…», reveló Fede.
En cuanto al cuerpo de la entrevista, Bal se centró en su enfermedad y en sus añoranzas para lo que viene. Sin embargo, también dejó un impactante mensaje por si las cosas se complican con su salud. «Quiero vivir mil cosas más, me gustaría ser padre, formar una familia. Pero si muriera, me daría paz pensar en que tuve una vida maravillosa: no me privé de nada», según cuenta en la portada de la revista.
«A todos los que amo se los dije, pagué deudas, pedí perdón a algunas de mis ex y siempre trato de transmitir mensajes positivos», agregó Fede. En añadidura, Barbieri habló el 15 de mayo sobre la salud de su hijo. «Fede terminó los rayos y sigue con la quimio un tiempo más. Los rayos lo estaban volteando, lo tenían muy dolorido y cansado, porque fueron 7 semanas, lo acribillaron. Los doctores del Fleming están haciendo lo posible para reducir los tumores del cáncer que tiene. Pero ahora tiene dos meses de descanso porque eso sigue actuando en el cuerpo. En dos meses se hará todos los estudios y veremos si Dios nos acompaña y guía las manos de los médicos para que no lo tengan que operar».