Gustavo López reveló toda la angustia que le generó el coronavirus. El pasado 20 de agosto, el periodista deportivo había anunciado que tenía COVID-19. El conductor se había sometido a un hisopado sin síntomas, luego de que se conocieran otros casos positivos en la red. El resultado positivo lo sorprendió y se ocupó en no contagiar a su mejor ni a sus dos hijos.
Tras cinco días sin mayores inconvenientes, la fiebre llegó al cuerpo del periodista y fue internado en una clínica. Allí estuvo hasta el lunes 31 de agosto. En las últimas horas, él volvió a ponerse al frente de su programa radial Un buen momento. Desde su lugar se emocionó y dio un crudo testimonio de su lucha contra el coronavirus.
“Un día me levanté pensando que no había manera de solucionarlo. Hablé con mi esposa, me dijo: ’Tenés que volver a casa’. A partir de ahí saqué fuerzas. Me empezó a hacer bien la meditación. La música me hizo bien. Empecé a escuchar música, a cantar”, confesó Gustavo López totalmente quebrado al recordar el tratamiento de plasma que no había dado resultado los primeros días.
“El peor día de mi vida ahí fue, justamente, el día que la radio cumplió 100 años. La radio tiene esta cosa loca, linda que cuando los dos médicos… dos veces vinieron a verme los dos juntos: la primera para decirme que me iban a aplicar plasma”, empezó diciendo sin poder contener las lágrimas. Las mismas lo acompañaron durante ocho días.
“Ese día me dicen: ’Vos a nosotros no nos conocés. Estás viendo a dos astronautas, ni siquiera nos ves la cara, pero quiero decirte que para nosotros vos sos un amigo nuestro porque te escuchamos todos los días. Y muchas veces hasta discuten de lo que nosotros hablamos’», reconoció López. “Me dijo: ’Cuando salgas de acá, me gustaría que le cuentes a la gente lo que te pasa porque nosotros estamos estresados, estamos cansados, estamos con cinco meses de un camino muy complicado de transitar y a veces vemos imágenes que nos dan bronca».