Flor Torrente se hizo cargo del escándalo que se armó tras su rechazo a Tyago Griffo. El joven hijo de Gladys La Bomba Tucumana la había definido como una «muñequita de cristal», en contrapartida a él, que se definió como alguien salido del barro. Más allá de que la intención del cuartetero era piropearla. Torrente lo mandó a deconstruirse. Esto provocó la ira de las redes.
“¿Mandarlo a deconstruirse por decirle ‘muñequita de cristal’? Es una feminista de cartón. Si tanto se jacta de que estamos en el siglo XXI lo rechazaba sin más”, “Tyago no le dijo nada agresivo. Si no le gustó, que diga ‘no me gustó’ y punto, no que salga a tratar al pibe como si le hubiese dicho una barbaridad”, “Hizo un papel digno de una conventillera», fueron algunos de los comentarios a los que Flor decidió responder.
«Pensé mucho en qué responder frente a tanta agresividad, peleas , enojos , prejuicios, y suposiciones. Traté de aislarme para poder hablar con sinceridad y siendo lo más consciente posible», comenzó escribiendo Flor Torrente en su cuenta oficial de Instagram. «Voy a contar lo que yo sentí. Me parece importante hablar con honestidad. Hace unos días me ví sumergida en un juego que no quería jugar y nadie me había preguntado si quería hacerlo».
«Para poder salir de el rápidamente, respondí en modo de chiste, pero no siendo fiel a mis sentimientos. Sintiendo incomodidad. Mientras todo esto sucedía, comenzaron rumores, de nota en nota», reconoció la hija de Araceli González. Pensé en dejarlo pasar, pero la incomodidad seguía. Y la verdad no, no quise hacer de cuenta que nada había pasado.
Yo jamás agredí a Thiago, no agredo a nadie. Y tampoco tengo algo contra el».
«Sé sus palabras no fueron con mala intención. Pero eso no quita que haya cosas que a vos pueden gustarte y a mí no», afirmó Torrente. «Poder decir mi opinión no me hace agresiva y mucho menos racista. La palabra deconstruir no es una mala palabra. Es una palabra maravillosa que nos hace analizar de donde viene cada frase que tenemos grabada en nuestro inconsciente».
«Jamás dije que era perfecta, jamás dije que yo no tenía que deconstruirme. Estoy en ese proceso hace años y puede que me lleve la vida entera», reconoció. «Pero hay algo que tenemos que entender también, y es a respetar al otro. Respetar sus pensamientos y sus sentimientos. Porque somos únicos e irrepetibles y cada uno vive su vida como la siente dentro. Lo que para vos es gracioso, puede que para mí no lo sea».
«No está en mi esencia callar. Son momentos de metamorfosis y me siento bien siendo fiel a mí misma. Es por eso que prefiero aclararlo por este medio. Podés estar de acuerdo o no, todos somos diferentes, y es muy enriquecedor el dialogo, las agresiones, hipótesis y suposiciones nos hace daño a todos. Siempre acá, intentando ser mi mejor versión», cerró Torrente su descargo.