La reina Isabel II quiere que sus seguidores sepan que no están solos. El mensaje anual de Navidad de la monarca de 94 años de este año abordó los desafíos que el mundo ha enfrentado en medio de la pandemia de coronavirus. La reina Isabel II, que por lo general tiene una variedad de fotos familiares personales en su escritorio durante el discurso, solo tuvo una este año: de su esposo, el príncipe Felipe. Tampoco mencionó ningún hito familiar en su discurso, manteniendo el mensaje centrado en los sentimientos compartidos en medio de un año difícil y la esperanza para el futuro.
«Todos los años anunciamos la llegada de la Navidad encendiendo las luces. Y la luz hace más que crear un ambiente festivo, la luz trae esperanza», dijo la reina Isabel II. «Para los cristianos, Jesús es ‘la luz del mundo’, pero no podemos celebrar su nacimiento hoy de la manera habitual», compartió la monarca. «Personas de todas las religiones no han podido reunirse como desearían para realizar sus festivales, como la Pascua, Eid y Vaisakhi. Pero necesitamos vitalidad para continuar hacia adelante», continuó.
«El mes pasado, los fuegos artificiales iluminaron el cielo alrededor de Windsor, mientras hindúes, sijs y jainistas celebraban Diwali, el festival de las luces, brindando momentos alegres de esperanza y unidad, a pesar del distanciamiento social», afirmó. La reina señaló que si bien este año ha mantenido a las personas separadas, de muchas maneras también se han acercado. «En todo el Commonwealth, mi familia y yo nos hemos inspirado en las historias de personas que se ofrecen como voluntarios en sus comunidades, ayudando a los necesitados», dijo.
Una nota de reconocimiento
«Este año, celebramos el Día Internacional de la Enfermera, en el 200 aniversario del nacimiento de Florence Nightingale. Al igual que con otras pioneras de la enfermería como Mary Seacole, Florence Nightingale hizo brillar una lámpara de esperanza en todo el mundo», compartió. «Hoy en día, nuestros servicios todavía nos iluminan con esa lámpara, respaldados por los asombrosos logros de la ciencia moderna, y les debemos una deuda de gratitud. Continuamos inspirándonos en la amabilidad de los extraños y recibimos consuelo que, incluso en las noches más oscuras, hay esperanza en el nuevo amanecer», agregó. La monarca también mencionó su fe y «sentido de propósito» como algo que la ha ayudado durante este año.
«Por supuesto, para muchos, esta época del año estará teñida de tristeza: algunos lamentan la pérdida de sus seres queridos, y otros extrañan amigos y familiares distanciados por seguridad, cuando todo lo que realmente desearían para Navidad es un simple un abrazo o un apretón de mano. Si estás entre ellos, no estás solo, y permíteme asegurarte mis pensamientos y oraciones», dijo la reina Isabel. «La Biblia cuenta cómo apareció una estrella en el cielo, su luz guiando a los pastores y sabios al lugar del nacimiento de Jesús. Dejemos que la luz de la Navidad, el espíritu de abnegación, amor y sobre todo esperanza, nos guíe en el Tiempos por delante. Es en ese espíritu que les deseo una muy feliz Navidad», concluyó.
