Soledad Pastorutti es ya una artista más que consagrada. Con fuerte pisada en el escenario y el reconocimiento de sus colegas, logró afianzarse como figura femenina dentro del folklore y de la música en general. Aunque ahora avanza con paso firme con su música para conquistas más países de Latinoamérica, no siempre fue así. Hacemos referencia a la fuerte confesión que vertió en su última entrevista.
Con una increíble producción de fotos, La Sole mostró una faceta totalmente diferente. Brindó una profunda entrevista para la edición de marzo de la revista Vogue Latinoamérica. Además en su Instagram compartió con sus casi un millón de seguidores las postales de aquella jornada. Abrió su corazón y contó varios desconocidos sobre su carrera y especialmente acerca de un duro momento su vida.
En cuanto a sus deseos y su trayectoria en el mundo de la música, Soledad hizo una fuerte autocrítica y considera que aún no brindó lo mejor de sí misma: «Todavía no logré sacar mi mejor disco, ni ofrecer el mejor concierto o lo que quiero lograr con la música de raíz sudamericana hacia Latinoamérica. Todavía estoy en esa búsqueda, aunque cada vez más parada en un lugar un poco más firme».
En el mismo sentido, manifestó que debe poder abarcar más géneros musicales y no quedarse en uno solo. De esta forma llegaría a la masividad que anhela: «Mi sueño es hacerme grande en la escena musical, poder decirle a artistas como Alejandro Sanz, Marc Anthony: ‘Vénganse a mi país. Vamos a cantar juntos una zamba, una chacarera. Pero… Si yo hiciera estrictamente folklore no tendría lugar en la radio», admitió.
Cambiando un poco el tema, se sinceró y reveló un dato desconocido por muchos sobre una fuerte crisis que vivió en un momento de su vida, a los 39 años: «Cuando intenté mirar demasiado al resto me frustré y no hice las cosas bien. Yo vivo a mi ritmo, no al de los demás. A los 39 no me respondía la voz, todo lo pujante que fui se me apagó en pocos meses. Hice terapia. Descubrí que no me había valorado lo suficiente, era miedo».