Es uno de los conductores más importantes de la televisión y la radio de nuestro país. Guido Kaczka se ha ganado su propio lugar con mucho trabajo y un talento verdaderamente increíble que ha conquistado al público. «Bienvenidos a bordo» es el actual ciclo de entretenimientos que conduce y lleva a cabo en El Trece en donde experimentó un curioso episodio ayer.
El objetivo era que una persona cuente un chiste de «Mamá, mamá» y si su secretaria Luisina y el productor Pablo no adivinan el remate, tal concursante se lleva el premio. Marcela, mujer de Villa Luro, se animó con el suyo: «Mamá, mamá, en la escuela me dicen que soy celoso». Luego, ante el desconcierto de los presentes, completó: «’Mandalos al diablo’, le dice la madre. A lo que el nene le responde, ‘¿qué yo no puedo ir?'».
Al reírse, Guido se encargó de decretarla como la ganadora de la competición, aunque tuvo que detenerse en el medio del camino. «Uy, es buenísimo. El aplauso para Marcela por ganar el ‘Mamá, mamá'», dijo. Sin embargo, minutos más tarde, se retractó. «Pará, pará, que hay problemas…», comenzó Kaczka y habló con su productor.
El momento incómodo que vivió Guido Kaczka
Cuando Guido Kaczka puso el micrófono hacia los «jueces», los mismos detectaron una pequeña falla en lo que fue el chiste contado. «Para mí el chiste es raro porque más que celoso, debería ser envidioso», dijo Pablo. «Es verdad, no es celoso, sino que envidia el lugar», agregó Luisina. «Uf… osea no hay premio», deslizó con suspenso el conductor.
Finalmente, al no declararla como la ganadora, el exactor se descargó. «Con esto no jodemos, disculpame pero con el ‘Mamá, mamá’ no podemos ser laxos. No hay premios porque tendría que haber sido envidioso… Muy duro Pablo, no sabía que eras así. Pero ya habías entregado el regalo… Un momento feo, ¿viste esos momentos feos? Pero bueno, es cierto que tiene el chiste que tener sentido común», selló.