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Pía Slapka se quebró al contar la separación de sus padres

La modelo se emocionó al rememorar el hecho que la marcó en sus primeros años de vida.

Pía Slapka

Pía Slapka es una de las modelos más reconocidas de nuestro país con más de veinte años de carrera pese a tener solo 36 años.  Es por eso que su nueva faceta, más ligada al running y al fitness, le dio la posibilidad de reconvertirse y ser una de las referentes de estas prácticas en nuestro país. En este caso, su protagonismo recobró vida al participar esta semana en «Divina comida», ciclo de Telefe.

Sin embargo, la mencionada participó en «Intrusos» donde contó lo que fue la separación de sus padres. «Yo aportaba en mi casa, pero no era el sostén. Mis hermanos también trabajaban. A los 13 y 14 años me surgió la posibilidad de trabajar, pero estaba en mi casa, con mi mamá y mi papá. Después a los 17 me cambié a un colegio del estado porque la situación (argentina) estaba más complicada», indicó.

Posteriormente, Pía se refirió a la decisión de parte de sus progenitores para llevar a cabo la ruptura de su matrimonio en su adolescencia. «Mis papás se separan y yo la apoyé a mi mamá para que se separé. Yo veía que la situación no daba para más y también necesitaba salir de ahí. Entonces, tenía unos ahorros de un comercial y nos fuimos», contó.

¿Hubo violencia física entre los padres de Pía Slapka?

Luego, Pía Slapka, entre lágrimas, contestó si hubo violencia entre sus padres a la hora de llevar a cabo el divorcio. «Cuando tus papás se llevan mal, querés salir de ahí. Había violencia verbal, de llevarse mal, nada más. Pero no había golpes. A mi papá lo amo profundamente, pero después de tantos años de llevarse mal, dije ‘necesitamos salir de acá’. Yo era muy joven y ahí sí fui sostén de familia, de mi mamá y de mi hermanito. Lloro porque me emociono y porque uno remueve un montón de situaciones», aseveró.

Por último, la modelo rescató la importancia de la aparición de su expareja. «Mis papás estaban separados, pero vivíamos en la misma casa y el ambiente no era agradable. A nadie le gusta vivir en un ambiente que no es agradable. Ahí Paul (García Navarro), mi exmarido y mi gran compañero, me ayudó mucho. Estuve viviendo con mi mamá y con mi hermanito, bancando la casa», sentenció.

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