Después de estar algunos meses en pareja, Vicky Xipolitakis se casó con Javier Naselli y juntos tuvieron a Salvador Uriel, que hace varios días cumplió un año de vida. Sin embargo, a pesar de que al comienzo todo era felicidad en la pareja, apenas nació el nene empezaron los conflictos. Según contó la mediática en varias oportunidades, él solía enojarse por temas de la casa y se la agarraba fuertemente con ella. A lo legal debieron llegar para determinar algunos aspectos.
En total fueron tres las causas por las cuales la modelo le inició la demanda hacia su ahora exesposo. En primera medida, el empresario habría ejercido violencia de género sobre la hermana de Stefi. Después aparece la parte anteriormente mencionada, donde la cuota alimentaria tuvo su atraso en el cumplimiento del padre de Salvador. Y por último, la vivienda en el cual madre e hijo iban a habitar. Por contrapartida, Naselli negociaba volver a tener el contacto con su pequeño. Todas ellas tuvieron el fallo a favor del empresario.
En diálogo con Radio Mitre, la modelo contó cómo se encuentra en estos momentos tras el duro revés judicial que recibió recientemente. “Yo estoy muy bien porque mi hijo tiene que estar muy bien. Y tengo a una familia a la que no le puedo fallar. Sin mi papá no podríamos vivir. Gracias a él que nos contiene. Mis trabajos son esporádicos. A mi me mantiene mi padre, como siempre lo hizo”, aseveró.
Vicky Xipolitakis y su postura ante el fallo
Luego de lo manifestado, la blonda se encargó de brindar su posición ante la decisión que el proceso judicial determinó en su caso. “Me da pena lo que está pasando. No quiero que a mi hijo le llegue ninguna energía rara. En algún que otro momento he quebrado y miro a mis ojos y me levanto con el doble de fuerza. Lo importante acá es que mi hijo esté muy bien y estoy feliz porque así está”, indicó.
Por último, Vicky Xipolitakis expresó lo que sintió al escuchar que su denuncia no tuvo los resultados esperados. “Tuve bajones más al principio. Fueron muchas ilusiones y cosas que no entraban en mi cabeza. Para mí eran sencillas las cosas, pero bueno. No me puedo poner la cabeza en los demás. Cada uno es como es y yo conozco a las personas como son. Por eso nada me sorprendió”, selló.
