SALTA (Redacción) – En lo que va de la cuarentena, el Gobierno Nacional viene desplegando y poniendo en marcha una serie de herramientas para que los sectores más vulnerables puedan hacer frente a la crisis desatada por la pandemia de Covid 19.
Las iniciativas comunicadas por el presidente Alberto Fernández tuvieron un amplio espectro de llegada y aceptación. El último beneficio que propuso el Estado, un bono de $10.000, ya fue solicitado por más de un millón y medio de personas, según datos del propio ANSES. Entre quienes solicitaron la asistencia, la mayoría son pensionados que reciben la mínima, monotributistas A y B, empleadas de casas particulares, trabajadores de la economía informal, jefes y jefas de hogar que perciben la Asignación Universal por Hijo.
Sin embargo, miles de micro, pequeñas y medianas empresas, las que generan el 90% del empleo en el país, aún esperan que el Gobierno disponga medidas y herramientas que les permitan hacer frente a sus obligaciones en medio de la paralización económica.
Es el caso de Fabricio Allende, un emprendedor salteño que junto a su esposa montó una pequeña imprenta hace algunos años. Como muchas pymes familiares del país, aprendieron a sortear las crisis de la oscilante economía argentina, pero la paralización actual de la actividad frente a la pandemia del coronavirus los puso en una situación crítica e inédita.
En tal sentido, el imprentero Allende decidió escribirle una carta abierta nada más y nada menos que a Alberto Fernández. En la misiva, que se viralizó en las redes sociales durante las últimas horas, el emprendedor salteño le agradeció al Presidente la gestión del Gobierno Nacional frente a la crisis, valoró las medidas económicas y sanitarias implementadas, pero le pidió que no se olvide de los cientos de miles de emprendedores que, si no reciben algún tipo de ayuda, seguramente se encaminarán a una abrupta quiebra: “nosotros hoy también somos los más vulnerables”.
A continuación reproducimos el texto completo:
Salta. 27 de marzo de 2020
“VULNERABLES”
Al Presidente de la Nación
Doctor Alberto Fernández:
Con el debido respeto y atrevimiento me dirijo a Ud. con el fin de poner
en conocimiento mi situación personal y de todas aquellas personas que se
encuentran en una posición similar, en relación a la trágica pandemia que está
sufriendo nuestro país y el mundo entero, y las consecuencias que ello implica.
Antes que nada no quiero dejar pasar por alto las decisiones acertadas, que en
mi humilde opinión Usted y su equipo están tomando respecto a la salud de
nuestra población, con el fin de preservar la VIDA de los argentinos.
En relación al motivo de esta carta y/o petitorio, paso a contarle que soy un
comerciante del rubro IMPRENTA, el cual se encuentra restringida su actividad
por la cuarentena total de la población que Usted decretó el día 19 de marzo,
sumado a que en mi provincia la actividad comercial se interrumpió dos días
antes de esa fecha por un decreto provincial que prohibió el traslado de
personas en trasporte público y también restringió el acceso al centro de la
ciudad.
He estado al tanto de las medidas económicas que se están implementando a raíz
de esta inusual situación, las cuales agradezco en nombre de esas personas; La
asistencia a jubilados, beneficiarios de la AUH, trabajadores informales,
trabajadores y trabajadoras domésticas, monotributistas sociales y
monotributistas de categorías “A” y “B”. A quienes usted denomina los sectores
“más vulnerables”. Término que coincido plenamente, pero que en estas
circunstancias me permito discrepar. Hoy, en mi opinión, la mayoría de los
argentinos somos VULNERABLES.
Me encuentro, o nos encontramos (haciendo referencia a casos similares) en una
situación muy particular. Soy MONOTRIBUTISTA categoría “C”, sin empleados (solo
trabajamos mi esposa y yo) y suponiendo que esta cuarentena se podría o debería
extender en principio hasta el 13 de abril, como anticipan medios de
comunicación. No generaríamos ingreso alguno prácticamente por un mes. Lo cual
nos convierte también en personas VULNERABLES, que debemos cubrir necesidades
básicas, SUMANDOLE también el pago de obligaciones como alquiler de local, cuyo
propietario (jubilado) en mi caso, utiliza ese dinero para sus necesidades. Sin
olvidarnos también del pago de los servicios que dicho local genera.
También quiero hacer referencia a que la situación económica, como es de
público conocimiento, ya se encontraba deteriorada antes de esta pandemia. Lo
cual convierte aún peor el escenario actual. Ya que no tuve capacidad de
ahorro, más bien me encontré viviendo el día a día y corriendo siempre de
atrás, para poder cumplir con mis vencimientos.
Me he anoticiado de la posibilidad de que bancos ofrecerían créditos a tasas
bajas a Pymes con el objetivo de poder afrontar pago de salarios. Sonándome la
noticia a que se refiere a empresas con varios empleados. Cuyo caso no es el
mío por no tener ninguno. Y en relación a la medida, quiero también hacer
hincapié en que existe una gran cantidad de comercios habilitados (Categorias
“C” en adelante) que pagan sus impuestos, pero que no registran sus empleados,
cosa que obviamente está mal, pero que como anteriormente mencioné, en estos
últimos años se vieron en parte obligados a actuar de esa manera, accionar que
no justifico. Pero considero que también deberían ser atendidos por el Estado.
Fundamentalmente para que puedan palear con sus compromisos salariales. Imagino
un negocio de venta de ropa con una o dos vendedoras (independientemente de que
sean empleados en negro).
En criollo: “Tengo que pagar el alquiler de mi dpto., el alquiler del negocio, el colegio de mi hijo, la cuota del auto (Plan de ahorro: 18 lucas la cuota. Obviamente producto de la devaluación en la gestión pasada, pero que en el actualidad se sigue amagando con tomar medidas al respecto de esos valores impagables, de hecho ya debo tres) más los servicios, más alimentos y demás productos de necesidad. Sumo y me vuelvo loco! No tengo un mango!”. Y obviamente no soy el único…
Redondeando y volviendo a la formalidad Sr. Presidente, agradezco el esfuerzo que Usted y todo el Gobierno está haciendo en esta situación de crisis. Pero también tengo que decir que me siento en una franja llamémosle “NN”. Sé y entiendo que los ya beneficiados por las medidas económicas tomadas tienen problemas similares y que con la ayuda que van a recibir tampoco alcanza. Pero a modo de PETITORIO, y para finalizar, le pido que nos incluya en alguna medida concreta; como créditos del Estado a tasas bajas y de fácil acceso. Porque la intervención de bancos haría que muy pocos comerciantes accedan a estos, por la burocracia, requisitos y por la calificación crediticia en la que quedaron/mos producto de la crisis de los últimos años.
Saludo a Ud. muy cordialmente y reitero el agradecimiento por su accionar y le agrego también su capacidad de escuchar”.
Fabricio Allende