Las relaciones amorosas que empiezan en la adolescencia a menudo tienen fecha de vencimiento. Si además ese amor surge mientras ambos son protagonistas del fenómeno cinematográfico del momento, las probabilidades que el vínculo sea tormentoso aumentan. Este parece ser el camino que recorrieron las estrellas de la famosa High School Musical, Vanessa Hudgens y Zac Efron. Demasiada presión social como para mantener a resguardo aquel noviazgo.
Debe ser por eso que a Vanessa nunca le ha gustado hablar mucho de sus cuatro años al lado del galán, su amor tanto en la vida real como en la saga, ya que seguramente los recuerdos no deben haber sido del todo agradables. Pero como dice el refrán, el tiempo lo cura todo. De ahí que la actriz, que ahora que tiene 30 años, haya decidido por primera vez hablar de su experiencia con aquel mediático noviazgo que terminó en 2010.
“Todo comenzó de manera realmente natural”, recuerda Hudgens en una entrevista. “Y lo cierto es que no puedo estar más agradecida de haber tenido esa relación en aquel momento”, comenta. “High School Musical fue un fenómeno masivo y tenía todos los ojos puestos en mí. Y esa es una sensación muy extraña, así que tener esa relación me ayudó a no perder la cabeza y a permanecer tranquila, porque tenía a mi lado a alguien que entendía perfectamente por lo que estaba pasando porque él estaba en la misma situación”, explica.
Vanessa se convirtió en aquellos años en el centro de las críticas de las fanáticas y seguidoras de Efron, quienes con sus comentarios en las redes sociales, atormentaron a Hudgens. Lo mismo pasaría con cualquier persona. En el fondo, estar al lado del ídolo juvenil del momento era una situación ideal para cualquier adolescente.
La pareja tuvo muchísimos momentos de tensión derivado del entorno de ambos y por la presión que suponía ser las estrellas de la serie de películas. Algunos fueron tan duros que incluso el director de la película creía que iba a ser imposible terminar la grabación, por la agresividad de las peleas. “Recuerdo que tuvimos una discusión enorme mientras estábamos ensayando, y Kenny Ortega, nuestro director, se acercó a intentar mediar con una cara de «no me digan que nuestra película se va a arruinar por ustedes”, aseguró.
“Pero estoy muy orgullosa de que ambos nos comportamos como verdaderos profesionales, así que a pesar de que evidentemente íbamos a romper porque era lo que teníamos que hacer, logramos dejar todo de lado y seguir adelante con el rodaje. Me sorprende porque éramos muy jóvenes, así que por eso digo que aquella relación nos ayudó tanto a estabilizar nuestras emociones”. remató la actriz.
